Para este lunes está fijada la preparación de juicio oral por los atentados al fundo Pissú Pisué, en Río Bueno, causa que considera a dos machis y un comunero puelche. Se trata de un proceso ligado a la resistencia de las comunidades contra la instalación de la Central Hidroeléctrica Osorno en el sector del Río Pilmaiquén, la que inundaría terrenos ancestrales.
Por Paula Correa – Fuente: radio.uchile.cl
Después de casi un año de investigación, se fijó para este lunes el inicio del procedimiento que busca determinar la participación de Cristián García, Félix Delgado y de Francisco Jones Huala en la quema de un fundo privado, donde también están acusados como encubridores Alex Bahamondes y los machis Tito Cañulef y Millaray Huichalaf.
Sin embargo, y pese al tiempo que ha transcurrido, es posible que la audiencia se postergue por problemas de la defensa con las fechas asignadas. Además, según informaron medios locales la semana pasada, el Gobierno habría modificado la querella original que presentó la anterior administración, aunque los abogados defensores indicaron que no fueron notificados de los cambios.
Se trata de un juicio emblemático porque se juzga a dos autoridades tradicionales, por lo que incluso se le ha comparado con el caso del machi Celestino Córdova.
No obstante, corresponde a un juicio por acciones menores, donde el Ministerio Público busca acreditar la participación de los dirigentes en actos delictuales con cerca de 300 pruebas. En ese sentido, Rubén Cañío, werkén de la comunidad El Roble, afirmó que las pruebas no son suficientes y que requieren zanjar el procedimiento judicial lo antes posible.
“El juicio lo veo positivo, porque creo que las pruebas de la Fiscalía no son contundentes para culpar a los imputados de los actos que se les inculpan. No hay pruebas, solamente hay especulaciones, pero lo que se pide en la Justicia chilena hoy en día son pruebas contundentes, pero que en este caso no las hay. Siempre han dicho que tienen algo, pero al momento de presentar las pruebas no tienen nada concluyente”, aclaró.
Con esto coincidió la defensora Karina Riquelme, quien indicó que se acumularon muchas causas de una forma bastante irregular, ya que no existe ninguna prueba de participación directa.
Además, la abogada manifestó su inquietud por las condiciones en las que está la machi Millaray Huichalaf, particularmente por su estado de salud, dado que la joven estaba en preparación para convertirse en machi cuando comenzó el juicio y el impedimento para continuar con el proceso se convirtió en una afectación física que la tiene con reposo absoluto.
Asimismo, explicó que este juicio cuenta con una serie de antecedentes entregados por la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) con información anterior.
En entrevista con Radio Universidad de Chile la machi se refirió a la lógica de estas investigaciones, la que enmarcó en lo que considera “una estrategia del Estado en contra del pueblo mapuche y su resurgir espiritual”. “Hay servicios de inteligencia que trabajan para el Estado y que nos han estudiado a fondo. Hay antropólogos, sociólogos y están los mejores ahí. Yo creo que se han dado cuenta de donde sale la fuerza, de donde los mapuche se alimentan espiritualmente y quienes somos los entes entre la tierra y la gente”, manifestó.
También aludió a que “si hoy es un delito, los machis serán muy mirados y no me cabe la duda que más adelante otros serán encarcelados por ejercer la labor que nosotros hacemos”.
Para los comuneros este juicio está vinculado a la resistencia que las comunidades han hecho contra la instalación de la Central Hidroeléctrica Osorno, de la empresa Osorno S.A., en el sector del Río Pilmaiquén, la que inundaría terrenos ancestrales de comunidades de las regiones de Los Ríos y Los Lagos.
En ese contexto este proceso no sólo es emblemático por la investigación a machis, sino también porque pone en contradicción la forma de vida de los pueblos originarios con el actual modelo económico, tal como ocurriera en los años 90 con el caso Ralco.
http://mapuexpress.org
Se trata de un juicio emblemático porque se juzga a dos autoridades tradicionales, por lo que incluso se le ha comparado con el caso del machi Celestino Córdova.
No obstante, corresponde a un juicio por acciones menores, donde el Ministerio Público busca acreditar la participación de los dirigentes en actos delictuales con cerca de 300 pruebas. En ese sentido, Rubén Cañío, werkén de la comunidad El Roble, afirmó que las pruebas no son suficientes y que requieren zanjar el procedimiento judicial lo antes posible.
“El juicio lo veo positivo, porque creo que las pruebas de la Fiscalía no son contundentes para culpar a los imputados de los actos que se les inculpan. No hay pruebas, solamente hay especulaciones, pero lo que se pide en la Justicia chilena hoy en día son pruebas contundentes, pero que en este caso no las hay. Siempre han dicho que tienen algo, pero al momento de presentar las pruebas no tienen nada concluyente”, aclaró.
Con esto coincidió la defensora Karina Riquelme, quien indicó que se acumularon muchas causas de una forma bastante irregular, ya que no existe ninguna prueba de participación directa.
Además, la abogada manifestó su inquietud por las condiciones en las que está la machi Millaray Huichalaf, particularmente por su estado de salud, dado que la joven estaba en preparación para convertirse en machi cuando comenzó el juicio y el impedimento para continuar con el proceso se convirtió en una afectación física que la tiene con reposo absoluto.
Asimismo, explicó que este juicio cuenta con una serie de antecedentes entregados por la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) con información anterior.
En entrevista con Radio Universidad de Chile la machi se refirió a la lógica de estas investigaciones, la que enmarcó en lo que considera “una estrategia del Estado en contra del pueblo mapuche y su resurgir espiritual”. “Hay servicios de inteligencia que trabajan para el Estado y que nos han estudiado a fondo. Hay antropólogos, sociólogos y están los mejores ahí. Yo creo que se han dado cuenta de donde sale la fuerza, de donde los mapuche se alimentan espiritualmente y quienes somos los entes entre la tierra y la gente”, manifestó.
También aludió a que “si hoy es un delito, los machis serán muy mirados y no me cabe la duda que más adelante otros serán encarcelados por ejercer la labor que nosotros hacemos”.
Para los comuneros este juicio está vinculado a la resistencia que las comunidades han hecho contra la instalación de la Central Hidroeléctrica Osorno, de la empresa Osorno S.A., en el sector del Río Pilmaiquén, la que inundaría terrenos ancestrales de comunidades de las regiones de Los Ríos y Los Lagos.
En ese contexto este proceso no sólo es emblemático por la investigación a machis, sino también porque pone en contradicción la forma de vida de los pueblos originarios con el actual modelo económico, tal como ocurriera en los años 90 con el caso Ralco.
http://mapuexpress.org
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire