Una colectiva interdisciplinaria de investigación viene realizando desde hace algunos años un amplio e importante estudio que reconstruye a partir de variadas fuentes bibliográficas, fonográficas, audiovisuales y testimoniales, el proceso mediante el cual se conforma la cumbia en Chile como género popular.
El grupo está conformado por Eileen Karmy, Lorena Ardito, Alejandra Vargas y Antonia Mardones y cuenta con la colaboración de María José Araya, Pablo Dintrans, Andrés Pinto, Julio Cárdenas Palma, Rodrigo Torres y Juan Pablo González.
En su presentación y enfoque el colectivo explica sobre su estudio: “ A la luz de un diálogo histórico, sociológico, antropológico y musicológico, el estudio indaga en el recorrido del género hasta constituirse como una instancia representativa de la cotidianidad popular y de lo festivo a nivel nacional, acompañando, reflejando e incidiendo en gran parte de los procesos históricos, políticos y culturales que han marcado la historia reciente de Chile, siendo testigo social privilegiada”.
En otro punto explica: “Su llegada a Chile como una musicalidad foránea, su apropiación por parte de cultores locales, y su vinculación con diversos ámbitos cotidianos y festivos de la vida social, política y musical de nuestra geografía, son algunas de las dimensiones que permiten comprender el desarrollo de sus particularidades estilísticas, su vinculación con los procesos sociohistórico en que se desenvuelve e incide, y sus tensiones con otras sonoridades populares y/o folclóricas de proyección nacional, tales como la ranchera o la cueca”.
“La música comprendida como objeto de consumo y estudio, pero también como práctica social y manifestación sociocultural, en constante diálogo y vinculación con su contexto histórico, es la perspectiva que permitirá examinar el proceso de apropiación y desarrollo de la cumbia chilena, reconstruyendo en ella hitos y anécdotas cotidianas de nuestra historia nacional reciente, con miras a pensar desde un óptica alternativa el renombrado Chile del “Bicentenario”, indica “Tiesos pero cumbiancheros”.
Los periodos que contempla esta investigación, está relacionados a a los Albores que considera 1940 y 1962, ; Arraigo y apropiación, del 1962 al 1972 ; Repliegue y apagón cultural del 1973 al 1990 ; Revalorización del 1990 al 1999 ; Y transversalización del 1999 hasta el presente.
Artistas entrevistados
Son numerosos los artistas y gestores de la música que son entrevistados durante el periodo de investigación, como Leo Soto: timbalero y representante de La Sonora de Tommy Rey; Carlos González: productor cumbianchero y compositor de cumbias pícaras; Adelqui Silva: baterista de la Orquesta Cubanacán y hoy en Los Rumberos del 900; Joe Vasconcellos: “cultor de la alegría”; Eduardo López: gestor de la Fonda Permanente “La popular”; Jaime Fredes: Director de Los Rumberos del 900. 28; Marcela Cardemil: percusionsita de Los Rumberos del 900; Ximena Duque: cantante de Los Rumberos del 900; Parkímetro: trombonista de cantante de Los Rumberos del 900; Los Vikings 5 (entrevista-taller grupal); Willy “Agüita” Carraset: director grupo Albacora; Wilson Cuturrufo: músico y gestor cultural de la comuna de Coquimbo; Ricardo Barrios: trompetista de orquestas tropicales (Huambaly, Cubanacán y otras) y hoy de los Rumberos del 900; Pepe Fuentes: cuequero y guitarrista que acompañó a Los Wawancó en los ’70; Sergio Solar: guitarrista de Los Wawancó; Iván Díaz: percusionista de Orquesta Los Caribes y hoy Rumberos del 900; Patricio Zúñiga “Tommy Rey“: cantante de la Sonora de Tommy Rey, Santiago; Carmelo Bustos: clarinetista y saxofonista de la Orquesta Huambaly; Jaising Palacios: representante comercial de la Sonora Palacios; Marti Palacios: timbalero de la Sonora Palacios; Beatriz Alegret: vedette; Tito Escárate: rockero y cumbianchero; Marty Palacios: trompetista y director de la Sonora Palacios; Lalo Palacios: director Sonora Jr. L. Palacios; Mauricio Redolés: músico de “collage” y poeta.; Amparito Jiménez: cantante colombiana que popularizó en Chile ”La pollera colorá” en los ’60; Hernán Gallardo Pavéz: compositor de “Un año más” junto con muchas otras canciones; Rodolfo Yañez, Charly y Delson Robledo: integrantes del Grupo Hechizo; Juan “Chocolate” Rodríguez: crooner de la Orquesta Ritmo y Juventud.; Valentín Trujillo: pianista, orquestador de música popular; Olivier Conan (vocalista) y Jason Cepeda (conguero): integrantes del Grupo Chicha Libre. Manuel Ceroni (Vocalista, acordeonista y guitarrista) y Pape (payaso y accesorios): Integrantes del grupo Challa Carnavalito; Max Vivar: cantante del grupo Villa Cariño; Pollo (voz), Richi (guiro) y Gonzalo (tumbadoras): integrantes de Santa Feria.
Cumbiancheros y los periodos políticos y sociales en Chile
La colectiva hace alusión a la relación cumbia y los periódicos políticos que se han vivido en Chile “Nacimos en dictadura, herederas de prohibiciones festivas y los sones televisados de Pachuco y la Cubanacán. Crecimos al ritmo de un repertorio mestizado, anglo-latino, pop-rockanrolero, romanticón-trovero y folclórico-populachero, algo a medio camino entre lo clásico, lo kitsch, la protesta, la cebolla y el picante”.
Agrega en otro párrafo: “Algo pasó en los noventa de los mitos de “la alegría por venir” y la vorágine de musicalidades locales y foráneas, alternativas o mediatizadas, que inquietaban la búsqueda de una sonoridad propia. Para la mayoría de los y las jóvenes de nuestra generación, la respuesta vino en ritmo de cumbia. La Sonora Palacios, La Sonora de Tommy Rey, Giolito y su Combo, Los Vikings 5, largamente ocultos durante las décadas pasadas, se hicieron así presentes en practicamente todas nuestras festividades. Veinte años más tarde, no hay año nuevo, fonda patria o cumpleaños que se precie de tal en los que no suene ella: la cumbia chilena”.
“El paso del tiempo ha hecho a nuestra cumbia sinónimo de fiesta, baile, encuentro y celebración “a la chilena”. Pero también ha ido dejando en el camino a sus primeros cultores, esos que adaptaron o crearon el repertorio que hoy reconocemos como nuestros clásicos cumbiancheros… La muerte, la enfermedad y la soledad se han vuelto asimismo cumbia chilena” y agregan: “Muchas historias de nuestro patrimonio musical y festivo hecho memoria testimonial se ha ido con Giolito, con Luisín, con Pachuco y con Hiroito. Sin embargo, gran parte de sus primeros cultores están aún llenos de recuerdos, músicas, anécdotas y testimonios que no han sido suficientemente valorizados por quienes durante décadas los hemos disfrutado”.
Sobre el porqué de la cumbia como fenómeno social y popular, la colectiva indica: “Y es que la cumbia chilena no sólo es una peculiar manera de expresar nuestra alegría. También constituye un objeto de investigación de suma relevancia, especialmente al constatar la escasez de registros, estudios y reflexiones que den cuenta de sus particularidades sonoras e histórico-sociales. Es desde aquí que nace el proyecto Tiesos pero cumbiancheros, una investigación planteada desde el diálogo interdisciplinario entre historia, sociología, antropología y musicología, volcado a la reconstrucción de nuestra memoria cumbianchera colectiva, que pretende ser un aporte a la valorización de nuestro patrimonio musical y festivo, así como de sus cultores, contribuyendo con ello a las discusiones en torno a nuestra esquiva “chilenidad”.
A continuación acceder a la plataforma web de TIESOS PERO CUMBIANCHEROS con sus respectivos resultados de investigación, entrevistas, imágenes y videos.
http://mapuexpress.org
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