mercredi 18 juin 2014

Wvñol Xipantv: Celebración de un pueblo en resistencia.

Dice Boaventura de Sousa Santos, sociólogo portugués, que “la lucha por la igualdad no puede estar separada de la lucha por el reconocimiento de la diferencia”. A través del Wvñol Xipantv el pueblo mapuche defiende su derecho a la identidad, celebra la diversidad dentro de un país que se piensa hegemónico y le comparte el valor de la colectividad en un mundo acelerado de individualidad. Junto con la tierra, como parte de un mismo universo en constante cambio, el pueblo mapuche se renueva en éste día de fiesta y agradecimiento. “Se dice que la tierra descansa en el otoño y que es purificada con las lluvias de entrada del invierno. Después de las lluvias, el sol permite los primeros brotes, las primeras flores, nacen los animales, viene la primavera, y la tierra continúa su ciclo natural al verano, otoño, para reiniciar en el otro invierno” (Loncon: 2014).

marcha mapuche

Por María Alvarez Malvido, Estudiante de Antropología Social, UAM-Iztapalapa

Desde niños nos enseñan a leer las manecillas del reloj que marcan las horas de nuestra cotidianidad. Aprendemos que las semanas tienen 7 días, los meses 4 semanas y los años 12 meses. Convertimos al mes de diciembre en la recta final de un recorrido que se volverá recuerdo y nos preparamos para recibir un nuevo comienzo que llega con fuegos artificiales en la madrugada del primero de enero.

Entre celebraciones obedecemos a un calendario que ordena el pasar de nuestros días en un tiempo lineal y convierte cada segundo en parte del pasado al que nunca volveremos. Esta concepción del tiempo, heredada por la tradición judeo-crsitiana, se articula con la expansión de la cultura occidental que desde la colonización europea convierte en mitos y leyendas a otras formas de pensamiento. Desde entonces los pueblos originarios de América Latina alzan la voz para recordarnos que hay otras formas de entender el tiempo. Y otros ojos para ver el mundo.

En la novena región de Chile, bajo la cordillera de los Andes, un pueblo espera el solsticio de invierno del hemisferio sur para celebrar el Wvñol Xipantv “el regreso del año”. El pueblo mapuche o la gente de la tierra (mapu= tierra, ce=gente) celebra junto con la tierra el retorno de un ciclo que vuelve a comenzar del 21 de junio al 25 de junio. Celebra y se resiste ante un Estado chileno que no reconoce su carácter pluricultural. Los mapuches continúan la lucha que desde hace más de tres siglos emprenden en defensa de su tierra, y con ella, su autonomía e identidad.

Distribuidos en el sur de Chile entre los puelche (gente del oriente), pehuenche (gente del Pehuén, en la cordillera de los Andes), wentece (gente de las tierras altas), nagce (gente de las tierras bajas) y lafkenche (gente de la costa) y wijice (gente del sur), esta cultura ancestral se reconoce como un solo Pueblo-Nación mapuche (casi 1 millón 500 mil según el censo de 2012, equivalente al 8.9% de la población total en Chile) compartiendo una estructura social común, así como la cosmovisión y unidad gramatical del mapudugun (“lengua de la tierra”) que desde siglos trasciende a través de la oralidad y que hoy recurre a la palabra escrita para reclamar una ley de derechos lingüísticos que reconozca su valor y relevancia en el país.

Así, el pueblo mapuche se construye sobre la palabra oral y la tierra, su tierra. A través de ritos como el gijatun, mantiene una relación de reciprocidad con la naturaleza y busca en su espiritualidad un equilibrio entre el bien y el mal. En la tierra encuentran su origen, las raíces que sembraron sus ancestros y convirtieron en el escenario de cuentos y relatos que los epwufe (narradores) de cada comunidad narran alrededor del fogón. La tierra que defendieron del Imperio Inca, de la colonia española y de la historia que aún se escribe con el Estado de Chile, se convirtió en un lugar de encuentros que construyeron la figura del wigka (We=nuevo, Igka=Inca) aquel “Otro” de quien deben defenderse, aquel no-mapuche que implica un desencuentro.

El chileno se convirtió en wigka durante la ocupación de La Araucanía (1860-1883), cuando el Estado usurpó el 95% de tierras mapuche y terminó con el 60% de su población (Huenchunao: 2012) . Fue colonización territorial, política, social y cultural “donde la resistencia cultural fue el eje del rencor polarizador para las futuras generaciones” (Pairican, Fernando: 2012), la violencia continuó con las políticas de asimilación forzada del siglo XIX, las de integración cultural del siglo XX y con los presos políticos que a la fecha continúan su sentencia bajo la vigente Ley Antiterrorista dictada por Augusto Pinochet en 1984. Esta ley castiga casos de homicidios, secuestros e incendios bajo una definición de actividad terrorista “tan ambigua que permite desde la subjetividad más completa, calificar como delito común o como delito terrorista exactamente las mismas conductas” (Paula Vial Reyna:2011) , permite periodos más extensos de prisión preventiva e implica el uso de testigos sin rostro en los juicios.

Hoy una segunda ocupación amenaza el Wajmapu (“tierra mapuche”): la expansión de la industria forestal impulsada por el Estado en el sur del país convierte al bosque en un producto de futura exportación. La industria se venda los ojos para no ver la profunda relación de la tierra con su gente y el Estado ignora la voz de aquellos que reclaman el reconocimiento de su identidad como pueblo, no como “agrupación”. Los mapuches exigen de vuelta la tierra que les fue robada y la autonomía para decidir sobre sus bosques, defienden la organización colectiva y su relación de reciprocidad con la naturaleza, se resisten ante los intereses económicos del Estado que difieren de su cosmovisión.

Dice Boaventura de Sousa Santos, sociólogo portugués, que “la lucha por la igualdad no puede estar separada de la lucha por el reconocimiento de la diferencia”. A través del Wvñol Xipantv el pueblo mapuche defiende su derecho a la identidad, celebra la diversidad dentro de un país que se piensa hegemónico y le comparte el valor de la colectividad en un mundo acelerado de individualidad. Junto con la tierra, como parte de un mismo universo en constante cambio, el pueblo mapuche se renueva en éste día de fiesta y agradecimiento. “Se dice que la tierra descansa en el otoño y que es purificada con las lluvias de entrada del invierno. Después de las lluvias, el sol permite los primeros brotes, las primeras flores, nacen los animales, viene la primavera, y la tierra continúa su ciclo natural al verano, otoño, para reiniciar en el otro invierno” (Loncon: 2014).

Todos se reúnen con su lof (comunidad) y celebra el gijatun (ceremonia de agradecimiento) que realiza la maci o curandera en la que se ofrece a la tierra ofrendas de tierra, fruta y platillos de manera simbólica en torno a un rewe o árbol de canelo que es sagrado para los mapuche. Se realiza el purun y el coike, los bailes tradicionales que acompañan a ritos de paso como el kataluwvn (perforación de orejas a las niñas) y lakutun (bautizos de los niños). Pasada la media noche, los niños sumergen sus pies en el agua de los lagos para purificarse en el agua recién renovada. La celebración actual, producto del sincretismo religioso que se genera durante evangelización española, se mezcla con las celebraciones de San Juan Bautista el 24 de junio, y se acompaña de ritos como las “pruebas de San Juan” originales de España.

No fue hasta 1985 que el Wvñol Xipantv se permite celebrar en el espacio público. Desde entonces la celebración migró junto con gran parte de la población indígena a las ciudades (el 25% de la población vive en la Región Metropolitana de Santiago según el Censo de 2011). Hoy se realiza en instituciones como municipios, escuelas y universidades así como en centros ceremoniales y casas mapuche en las ciudades (ruka) que funcionan como centros culturales. “Lo más importante es que ha permitido visibilizar la cultura como una práctica del presente, no del pasado, del museo, ni del folclore” (Loncon: 2012).

El Wvñol Xipantv suele traducirse como We Xipantvaño nuevo”, una interpretación errónea que surge de la aculturación lingüística del español como lengua dominante ya que lleva implícita la idea de un tiempo lineal y no cíclico como es en la cosmogonía mapuche. Por otro lado, el año nuevo occidental que se festeja el 31 de diciembre carece de sentido dentro de la realidad de ésta cultura indígena ya que se celebra a la mitad del ciclo natural de su tierra, durante el walvg o verano, tiempo de cosecha en el hemisferio sur. Cuenta Elisa Loncon, lingüista mapuche, que celebrar el Wvñol Xipantvrompe el paradigma del tiempo de la cultura no mapuche, pero no solo eso, nos muestra otra concepción del ser humano y que es posible, un ser colectivo, que pertenece a un todo, que no está solo, sino forma parte de una red que se llama mundo, tierra, cosmos, unido a todo cuanto existe, físicamente y espiritualmente”.

El pueblo mapuche resiste indignado desde la cordillera y busca el diálogo con un Estado en el que no tiene representantes; protesta desde las zonas marginadas de Santiago en donde la diferencia se convierte en desigualdad y discriminación. “La gente de la tierra” conserva entre sus cuentos y tradiciones la sabiduría milenaria de un pueblo que aprendió a escuchar a la naturaleza y a relacionarse con la misma reciprocidad e interdependencia con que funcionan sus ciclos. La cultura occidental, encaminada a una modernidad que no da respuestas, tendrá que ampliar la mirada y aprender a escuchar como consejos la voz de tantos pueblos en resistencia, considerar la diversidad como riqueza y hacer de los encuentros relaciones interculturales. Interesarse por el Otro y dialogar con él, entender la posibilidad de un tiempo cíclico y no lineal. Por que la buena disposición hacia el Otro, escribió Ryszard Kapuscinski, es la única manera de hacer vibrar la cuerda de la humanidad común.

*Nota: para la escritura del mapudungun en este texto, utilicé el Grafemario Ragileo, alfabeto en que cada sonido es representado por una sola letra (la letra x corresponde al sonido tr, j a ll; g a ng y v a ü)
Bibliografía

- Huenchunao, José (2012) “Resistencia y reconstrucción del pueblo-nación mapuche” en Rebelión en Wallmapu. Resistencia del pueblo-nación mapuche. Editorial Aún Creemos En Los Sueños: Chile.

- Pairican, Fernando (2012) “Rebelión en Wallmapu”. Ibid.

- Vial, Paula (2011) “Juicio a mapuches desnuda las deudas de la justicia”. Ibid.

- Kapuscinski, Ryszard (2006) “Encontrarse con el extranjero” en Reportero del Siglo, Editorial Aún Creemos En Los Sueños: Chile.

- Loncon, Elisa (2013) Historia, presente y futuro para los pueblos indígenas Wvñol Xipantv o Wüñol Tripantü. http://www.adital.com.br/site/noticia_imp.asp?lang=ES&img=N&cod=7602

-de Sousa Santos, Boaventura (2010) descolonizar el saber, reinventar el poder. Trilce: Uruguay.
Foto de: http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/1/81774

http://mapuexpress.org

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