mardi 8 janvier 2013

Arde (otra vez) Wallmapu


El clima de violencia y hostigamiento contra las comunidades Mapuche en su propio territorio (Wallmapu) está especialmente enrarecido tras la muerte de dos empresarios en un incendio intencionado y la reacción policial y con la Ley antiterrorista por delante de Sebastián Piñera, presidente de Chile. Así están las cosas.
Arde (otra vez) Wallmapu
Por Equipo Otramérica / Varias fuentes

Un 6 de enero de 1641 los invasores españoles firmaron la paz con los Mapuche después de un 100 años de batalla. Reconocieron sus territorios al sur del río Bio Bio y su libertad absoluta. Lo logrado en el campo de batalla contra los invasores se perdió cuando la nueva república independiente de Chile lanzó la sarcásticamente denominada operación Pacificación de la Araucanía. Nada que pacificar, sí mucho territorio que conquistar. Lo que comenzó con una orden del presidente chileno Manuel Montt en 1859 terminó con la derrota mapuche en 1883 y la usurpación de su territorio.

Desde entonces, como antes de esa fecha, el pueblo Mapuche ha luchado por Wallmapu (su territorio) y mantiene una difícil relación en Chile con las autoridades criollas. Si esa relación no ha sido buena con gobierno alguno, con el presidido por Sebastián Piñera las cosas se están saliendo de control. El último desencadenante de la ofensiva estatal ha sido la acción de 20 encapuchados que quemaron la casa patronal del fundo Lumahue en la madrugada del pasado 4 de enero que terminó con la muerte del empresario agrario Werner Luchsinger (75) y de su esposa, Vivianne McKay.

La reacción oficial no se ha hecho esperar: Piñera se desplazó a Temuco, mantuvo una reunión de urgencia con autoridades civiles y policiales y anunció el uso de la Ley Antiterrorista para abordar este caso, el aumento del pie de fuerza de los Carabineros en la zona y la persecución de los autores a los que, tanto el Gobierno como los medios de comunicación del establecimiento relacionan con los Mapuche sin tener prueba alguna.

De hecho, el Intendente Andrés Molina calificó el ataque como el “hecho más terrible que ha ocurrido en la Araucanía” y afirmó que van a “ir con toda la fuerza (… ) para esclarecer y dar tranquilidad a todas las personas de la región. Esto afecta a toda la gente que vive en el campo. La intranquilidad está en las comunas mapuches y a los agricultores”. Olvidó los “terribles” asesinatos de comuneros Mapuche, las detenciones y permanentes allanamientos a las comunidades... olvidó pues.

Este mismo viernes se desplegó un violento operativo policial en la provincia de Cautín. Fuerzas especiales de carabineros arremetieron contra comunidades Mapuche allanando los hogares de familias de distintas comunidades de la zona de Vilcún y Padre Las Casas, entre ellas, Yeupeko, Juan Catrilaf, Juan Quintrupil, El Natre, Llamuco y el Lof Rawe. La Machi Francisca Linconao fue detenida en su casa del Lof Rawe. A causa de la violenta acción policial la Machi se encontraría herida, por lo que durante la jornada fue llevada a constatar lesiones al consultorio Pulmahue.

Doble rasero

Las mismas autoridades que han reaccionadas escandalizadas contra la acción violenta del día 4 no se han movido en cinco años para que haya justicia en el asesinato del comunero mapuche Matías Catrileo, quien falleció a manos de un carabinero en una manifestación en el fundo de Jorge Luchsinger, primo de la victima de este ataque incendiario. Walter Ramírez –el efectivo sindicado como autor de este crimen– se mantiene en la institución policial.

Los fundos de la familia Luchsinger en Vilcún, cinco en total, se remontan a 1906, cuando el colono suizo Adán Luchsinger Martí compró 60 humildes hectáreas a un inmigrante alemán. Más de cien años después, las tierras del clan en esa zona suman 1.200 hectáreas, las que son reclamadas por las comunidades mapuches vecinas.

Son los mismos predios donde murió baleado el joven Matías Catrileo. Porque ni en los agitados años de la Unidad Popular esta familia había visto peligrar, como ahora, sus extensas propiedades. El último atentado al fundo Santa Rosa motivó que, por primera vez en cien años, un ministro del Interior visitara a este clan.

http://www.mapuexpress.net/

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