Boris Hualme, werken del Comité de Defensa del Mar de
Mehuín, ha estado presente en las grandes luchas por los derechos
consuetudinarios y colectivos del pueblo Mapuche. Defendiendo el derecho
ancestral de las comunidades indígenas, insta también a participar de forma
ética y con información de calidad a defender los derechos del pueblo Mapuche en
las actuales discusiones sobre las Leyes de espacio marino costero de los
pueblos indígenas y de la modificación de la Ley de Pesca que impone la
privatización de los peces.
Por Patricio Igor Melillanca
Fuente: Radio del Mar
La comunidad Mapuche-Lafkenche de Mehuín, que participa en el Comité de Defensa del Mar en la costa de Valdivia, ha sido férrea defensora la naturaleza, de la vida sustentable, de la equidad actual e intergeneracional, del respeto a los derechos ancestrales de las comunidades costeras y del derecho de éstas a acceder y usar los recursos marinos. Boris Hualme Millanao es werken (vocero) de las comunidades mapuche y del Comité de Defensa del Mar de esta zona que por más de dos décadas, además, se han opuesto a la instalación de un ducto industrial de descarga de desechos de la factoría de celulosa que la empresa Copec/Bosques Arauco, intenta imponer en las aguas marinas de esta localidad.
Pero Hualme Millanao también ha estado presente en las grandes luchas por los derechos consuetudinarios y colectivos del pueblo Mapuche. Defendiendo el derecho ancestral de las comunidades indígenas, insta también a participar de forma ética y con información de calidad a defender los derechos del pueblo Mapuche en las actuales discusiones sobre las Leyes de Espacio Marino Costero de los Pueblos indígenas y de la modificación de la Ley de Pesca que impone la privatización de los peces.
En el contexto de esta última discusión llamada \\\"Ley Longueira de Privatización de Los Peces\\\", damos a conocer esta entrevista que es parte de una serie de documentos en el marco del proyecto \\\"Voces de los Pescadores\\\", que es una iniciativa sobre la gobernanza de la tenencia de la pesca responsable que desarolla el Departamento de Pesca y la Acuicultura de la FAO y el Colectivo Internacional de Apoyo a Pescadores (icsf.net)
¿De qué vive la comunidad mapuche-lafkenche?
Vivimos tanto de la tierra como del mar. Muchos trabajamos en la recolección de los recursos marinos. También trabajamos la tierra, hacemos huertos. Yo soy buzo mariscador. Cultivamos el choro (Choromitylus choro ) en los ríos Lingue y Cuipoco. En la zona existen Áreas de Manejo entre sindicatos de pescadores y la comunidad Lafkenche, establecidas por la Ley General de Pesca alrededor del año 2000.
¿Tienen derechos sobre el territorio, las zonas de pesca y los recursos marinos?
Hay que hablar de dos aspectos. El primero es sobre los derechos. El pueblo Mapuche (gente de la tierra), siempre ha tenido derechos y siempre los tendrá mientras reclame y se resista a no aceptar la invasión. Este es un derecho histórico y ancestral que existe en estos territorios, lo que es hoy un Derecho Consuetudinario, que está alrededor de los derechos que el Estado de Chile pudiera otorgarnos hasta hace muy poco, mediante un decreto o leyes.
Chile era un país muy atrasado en cuanto a legislación y al resguardo de los derechos de los pueblos indígenas, específicamente del pueblo Mapuche. Ha existido algún avance a nivel internacional con el Convenio N° 169. También depende como se utilice. Creemos que ha sido un paso muy importante la ley N° 20.249, (promulgada en noviembre del 2007) - más conocida como la \\\"Ley Lafkenche\\\". El Convenio N° 169 y la Ley Lafkenche son dos instrumentos legislativos que hoy se pueden complementar bastante bien. En el Convenio se habla del Derecho Consuetudinario, y en la Ley Lafkenche se habla del Uso Consuetudinario. Son dos herramientas legales que hoy están en aplicación. En este proceso también vienen las interpretaciones que realiza el enemigo, donde el Estado quiere dar una visión distinta a la nuestra.
Los derechos del pueblo Mapuche son anteriores a los del Estado de Chile. En años anteriores fueron aprobadas diversas leyes, entre ellas la Ley Indígena (Ley 19.252 de octubre de 1993 sobre Normas sobre protección, fomento y desarrollo de los indígenas). Sin embargo esta no reconoce nuestros derechos como pueblo, ni el derecho al territorio. Hoy se ha avanzado con dos nuevas legislaciones (Convenio 169 y Ley Lafkenche). Sin embargo no se ha avanzado con respecto a los derechos al territorio y a los recursos naturales. Trabajar con estas dos nuevas legislaciones es muy duro, porque en Chile todo está reglamentado y dividido mediante leyes sectoriales en relación a los recursos naturales. Está la Ley minera, que se impone por sobre prácticamente toda otra legislación, no sólo la indígena. Está el Código de aguas, la Ley del bosque nativo, y últimamente se está legislando en la Ley de Pesca. Todas son legislaciones sectoriales, totalmente parcializadas.
¿Estas leyes debilitan sus derechos consuetudinarios?
Por supuesto que sí. Esos son los grandes obstáculos con los que hoy se encuentra nuestros derechos Consuetudinarios presentes en el Convenio 169 y en la Ley Lafkenche. Para que existan soluciones tiene que cambiar la actual Constitución del Estado de Chile (la que fue creada bajo la dictadura militar de 1973-1990 y se mantiene con algunas reformas).
Si no existen cambios en un corto tiempo, nos encontraremos con obstáculos muy difíciles en la aplicación de la Ley Lafkenche, consecuencia del accionar de los intereses económicos y de las otras leyes sectoriales que tratan de contrarrestar nuestros derechos consuetudinarios.
¿Cómo su comunidad administra los derechos consuetudinarios de acceso a los recursos y las zonas de pesca?
Con respecto a la administración de los recursos marinos. Los Mapuche siempre han tenido una forma y visión de cómo administrar y convivir en un territorio, con su medio ambiente y sus recursos naturales. Hoy hablamos de administración y de un plan de manejo de los recursos que existen en nuestro borde costero, porque en la Ley Lafkenche quedó escrito de esa forma.
Los Mapuche, específicamente en el territorio Lafkenche, han hecho uso ancestral de recursos que hoy son vistos como alimento o recursos económicos. Sin embargo, esos mismos productos, para los Mapuche-Lafkenche también tienen relación con su parte cultural, religiosa y/o espiritual. Hay productos que hoy los puedo consumir, alimentarme o intercambiar por dinero. Pero también son parte de nuestras actividades espirituales, sociales y culturales mapuches. También tienen relación con la salud.
Por ello, existen diversas formas de utilizar los recursos naturales y por consecuencia, del territorio. En el tema de la salud, nosotros hacemos uso del agua salada en ciertas épocas del año como medicina Mapuche. También utilizamos las algas como el cochayuyo y la luga-luga, no sólo como parte de la medicina para los humanos, sino que también para los animales. También nuestras médicas y \\\"Machis\\\" usan una gran variedad de hierbas que existen en el borde costero para sanar a las personas. Muchos de esos productos naturales, vuelvo a repetir, nos entregan la vida y parte de nuestra alimentación y economía familiar.
También estos recursos permiten realizar el trafkintun (intercambio) que hemos realizado históricamente. Hoy hacemos menos trafkintun, debido a la influencia de la televisión. En mi caso, estoy consciente y mantengo esta práctica cómo lo hacían mis antepasados y lo sigue realizando mi familia también. Por ello el tema de los recursos naturales va más allá de su administración, de cuál es el mejor provecho económico que obtengo. En la sociedad chilena sólo existe la visión de valorar sólo aquellos productos que producen dinero. Creo que esta es la mayor limitante de la sociedad chilena en relación a su visión de los pescadores artesanales. No pueden ver el aspecto colectivo y de uso consuetudinario en su máxima expresión. Los políticos han condicionado a la sociedad chilena colocándole números, valores y cuotas sólo a aquellos recursos naturales que son productivos y comercializables económicamente. Es aquí donde el sistema saca ventajas. A esto se suma que existe una gran parte de los dirigentes (líderes) que le gusta andar realizando negocios personales. Esto también afecta los aspectos colectivos e intereses comunitarios y más sociales.
¿Cuál es el rol de los líderes en esta comunidad?
Si primero hablamos de justicia social, del derecho a un territorio y a una buena administración de los recursos naturales, como mapuche o dirigente sindical ¿Cuál son los valores, o la condición que uno debiera cumplir?: Ser consecuente con lo que uno habla y práctica. Hoy existen muchos dirigentes, líderes, tanto mapuches y no mapuches, que tenemos un discurso, pero no tenemos práctica. Esa es una falencia humana, y el sistema se aprovecha de eso. Existiendo consecuencia y una práctica de ejercer nuestros derechos, es bueno para la conducción de la lucha.
Algunas veces observo dirigentes con muy buenos discursos, pero en la práctica hacen lo mismo que la mayoría: negocios personales. Esto también sucede en la sociedad Mapuche. La condición y el rol de un dirigente Mapuche o no Mapuche es ser consecuente con su lucha y demostrarlo en la práctica. Es lo que hemos tratado de hacer en este conflicto (con la planta de celulosa. Nota del editor). Tratamos de mantener esa consecuencia, de luchar por un territorio y no esperar como algunos señalan, más dinero para finalizar el conflicto y permitir que el ducto vaya al mar. No... Para nosotros esto es la defensa de un territorio sí o sí, por nuestra religiosidad, por nuestra cultura, por nuestro idioma, por nuestra forma de vida. Defendemos sin claudicar nuestro territorio. No estamos en vitrina para la venta.
¿Cuáles son los mecanismos y formas de defensa de esos derechos?
Un aspecto central es compartir experiencias entre territorios locales y estudiar la nueva legislación. Específicamente saber interpretar la Ley Lafkenche en el territorio Lafkenche. Esto para saber conducir los procesos que exige esta Ley. Aplicar el derecho y la autonomía para reivindicar el territorio Lafkenche. Este territorio que incluso hoy, para muchos de nosotros, era como si no existía, o nadie tomaba en cuenta. El Estado de Chile con su teoría de “Mapuche, gente de la Tierra”, nos dejaba inmediatamente sin el mar. Nada más que con esa argumentación. Esta justificación se impone desde la antropología y el sistema educacional, engañando a nuestra propia sociedad lafkenche que el derecho es sólo sobre la Tierra. Hago un llamado al resto de los dirigentes a compartir experiencias entre quienes podamos tener mayor o menor experiencia, y a estudiar la verdadera aplicación del derecho en torno a esta Ley Lafkenche, para que el Estado no siga abusando como hasta ahora. Sabemos que una Ley puede ser Ley de la República, pero si nadie la utiliza, es ley muerta. No se aplica el derecho. Por ello, lo más importante es la práctica del derecho por parte de los hermanos y dirigentes.
¿Y la práctica del derecho consuetudinario y el estudio de las leyes del estado chileno e internacionales?
Por supuesto. Uno no sólo debe tener una mirada interna y sobre una ley específica. También tiene que tener una mirada internacional, pues aquí existen legislaciones que han ido avanzando. Está la Declaración de derechos de los pueblos indígenas de Naciones Unidas y otras que avanzan, por lo menos en la teoría. Que se apliquen en la práctica depende de nosotros, los que también debemos avanzar. Si nosotros estamos débiles, no con la formación que se necesita, el Estado va a aplicar legislaciones a medias. Esto es lo que intenta el Estado de Chile hoy, mediante las consultas públicas que hace pasar como “participación ciudadana\\\" (se refiere al intento del gobierno de \\\"interpretar\\\" el Convenio 169, aplicando la legislación sectorial doméstica por sobre este convenio internacional, con el objetivo de debilitar el derecho a consulta a los pueblos indígenas). Esto va a suceder si los Mapuches nos dormimos.
Sabemos que esto tendrá un alto costo: encarcelamiento, aplicación de la Ley Antiterrorista, y muchas otras dificultades. Pero el que está consciente, es consecuente con su forma de vida y la defensa de sus derechos, no debe renunciar. No dejarse influenciar por pequeños proyectos más o proyectos menos, o por un gobierno que nos traiga un maletín con más o menos dinero.
En este largo conflicto, hemos aplicado esa forma de lucha para defender nuestros derechos y resistir al enemigo. Hay que tener gente preparada a todo nivel. Aprender a usar al sistema. Al sistema político y jurídico. Eso es lo que hemos hecho en este conflicto. Por otra parte hay que preparar a los \\\"weichafes\\\" (luchadores, guerreros) para que cuando llegue el momento, defiendan prácticamente el territorio, tanto en el mar o en la tierra, al igual como lo hemos hecho, y como lo están haciendo muchos mapuches y no mapuches ante las amenazas ambientales o de otro tipo. Los acontecimientos que han sucedido entre el Estado chileno y el pueblo Mapuche nos obliga a tener que prepararnos mental, psicológica y físicamente, sin descartar ninguna posibilidad. Esto es lo que hemos aplicado en el conflicto contra la empresa Celulosa Arauco, por lo que no han podido instalar su ducto en el mar.
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