Las grandes compañías salmoneras que operan en Chile acordaron bilateralmente con el Estado modificar la actual normativa que regula a este controversial monocultivo industrial, con los objetivos de disminuir sus costos de producción y aumentar la competitividad de esta industria en los mercados internacionales.
Intentan relocalizar sus centros de cultivo contaminados a zonas limpias y debilitar en diversos aspectos las normas sanitarias. Frente a esta abusiva situación, las organizaciones ciudadanas, pueblos originarios, comunidades costeras y sectores de la pesca artesanal iniciaron una campaña nacional e internacional para bloquear este injusto acuerdo entre gobierno y empresarios. (fotografia de Patagonia sin Salmoneras)
Puerto Montt, 06 de noviembre de 2013. (Ecoceanos News)— La relocalización de los centros de cultivo industrial de salmón contaminados a zonas sanitariamente limpias ha generado el rechazo total de las comunidades costeras e indígenas y de las organizaciones ciudadanas en Chile. La iniciativa impulsada por el Subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, y las compañías acuícolas intentan que a lo menos 400 concesiones salmoneras realicen el cuestionado trámite de reubicación, lo cual es calificado como una acción ilegal por las comunidades ya que para ocupar cualquier espacio marino, las empresas deben someterse a toda la institucionalidad que norma esta actividad productiva, incluida una nueva evaluación de impacto ambiental.
Según los empresarios, este reordenamiento es clave para mejorar la situación de hacinamiento sanitario que se ha dado en la industria en el último período. El principal enemigo que ha proliferado para la industria a raíz del hacinamiento, es el piojo de mar o cáligus que genera mortalidades en los peces.
Algunas salmoneras, han informado que, a lo menos, han sido impactadas en un 30% de aumento en los costos a raíz del cáligus y rechazan las nuevas normativas sanitarias que durante años fueron consensuadas para que rijan en la industria chilena, luego de la crisis del virus ISA.
Y junto con presionar para relocalizar sus centros de cultivo a lugares sin contaminación ni infestaciones de parásitos, virus u otros patógenos, estratégicamente han logrado que la Subsecretaría de Pesca sea la propulsora del debilitamiento de la normativa sanitaria en aspectos como no presentar certificado para trasladar peces muertos (infestados o de cosecha normal), o disponer de los desechos y mortalidadades en los terrenos cercanos, a menos de 100 metros de donde se cultiva salmón.
Rechazo de Comunidades
Frente a todo este nuevo avance de debilitamiento de las normativas sanitarias, las comunidades costeras, indígenas y organizaciones ciudadanas nacionales e internacionales han criticado esta situación y enviarán la propuesta de la Subsecretaría de Pesca a la Contraloría General de la República para que revise cada artículo del documento, pues en varios se estaría incurriendo en ilegalidad o irregularidades en los actos administrativos, señalan las empresas.
Desde el extremo austral, en la Región de Magallanes, la comunidad Kawesqar residente en Puerto Eden, demostró su repudio a la iniciativa de empresarios y Subsecretaría de Pesca afirmando que “es sorprendente este nuevo intento de los salmoneros, que debería respetar las determinaciones establecidas por el Estado de Chile. Por supuesto que rechazamos estos resquicios que buscan los empresarios para reubicar sus centros de cultivo contaminantes, en zonas limpias”.
“Primero intentaron instalarse en Parques Nacionales y ahora buscan reubicar sus centros. No se pueden hacer estos cambios sin una consulta, pues esto va en contra de los derechos humanos de los pueblos indígenas. La comunidad kawesqar han usado y están usando estos territorios y no se pueden contaminar con estas empresas que donde han estado han provocado gran daño. Es impresentable que quieran reubicar sus jaulas salmoneras en lugares prístinos como son los territorios indígenas”, dijo a Ecoceanos News, Juan Carlos Tonko, presidente de la comunidad Kawesqar.
Agregó también “cualquier relocalización debe ser consultada a los pueblos originarios tal como lo señala el Convenio 169 de la OIT y se debe respetar los estándares internacionales de derechos humanos de los pueblos indígenas, además y por supuesto todas las leyes ambientales nacionales que rigen en Chile”.
Las palabras de la comunidad kawesqar son reforzadas por el Grupo de Trabajo por los Derechos Colectivos del Pueblo Mapuche (GTDCPM), que afirma que cualquier relocalización debe someterse a toda la legislación ambiental, sanitaria y las normas que tienen que ver con la ocupación de zonas marinas. “Deben presentar un nuevo estudio de impacto ambiental, que contemple la consulta indígena y debenn iniciar nuevas solicitudes de concesiones acuículas, pues estarán ocupando otras zonas, otros lugares de donde habían obtenido sus primeros permisos productivos”, afirmó la organización.
El GTDCPM señaló también que cualquier “nueva instalación salmonera debe someterse a la consulta indígena a la cual está obligado el Estado chileno luego de firmar y ratificar el COnvenio 169 de la OIT. Si se permite la relocalización sin estos requisitos en Chiloé, los empresarios avanzarán rapidamente para imponer estas abusivas iniciativas en otros lugares donde tiene presencia el Pueblo Mapuche, por eso llamamos a las comunidades a rechazar esta relocalización y a estar alerta frente a este nuevo despojo y violación de nuestros derechos”.
En Chiloé existe preocupación por la relocalización salmonera y allí diversas comunidades indígenas y organizaciones vinculadas a la defensa del patrimonio natural del archipiélago han rechazado este nuevo intento de la industria salmonera por expandirse a toda costa.
El Comité de defensa del borde costero, el agua y la vida de Ancud, el Movimiento de defensa del territorio mar brava lacuy , el Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural y diversas comunidades Williches de las zonas más afectadas por la contaminación salmonera, en la parte central de Chiloé, reiteran en la declaración “los ecosistemas marino-costeros y de aguas continentales son patrimonio de los pueblos que habitan estos territorios, así como de las futuras generaciones, por lo que el Estado bajo control ciudadano, tiene la obligación de velar por su integridad y la justa, sustentable y recta administración”.
Jaime Velazquez, vocero de comunidades Williche de Queilen, afirmó que “es impresentable otra vez que los salmoneros, sin ningún permiso legal, reubiquen sus jaulas de salmón desde los lugares que contaminaron a otras zonas limpias”.
“Las comunidades indígenas de Queilen, Lago Pio-pio, Apeche y el comité de Defensa del Borde Costero de Queilen, rechazamos esta propuesta del gobierno y estamos informando a todo el pueblo Williche de la Isla para que defienda sus costas y no permita que otra vez los salmoneros contaminen nuestro archipiélago”, dijo el werken Jaime Velazquez.
El debilitamiento de la normativa sanitaria que regula el cultivo industrial de salmón es un peligro para todas las comunidades costeras ya sean del mar, lagos y rios. Así lo entiende también Jaime Huenulef, de las comunidades mapuche de Futrono, en la cuenca del Lago Ranco, quien dijo a Ecoceanos News que “las comunidades de Futrono, Lago Ranco y Rio Bueno, nos oponemos a la instalación y relocalización de las pisciculturas porque sabemos que todas estas especies tienen una carga altísima de antibióticos, que los lodos que generan son contaminantes, matan todo el fondo marino y van con una alta carga de tóxicos”.
VEA LA DECLARACIÓN DE LAS COMUNIDADES
http://www.radiodelmar.cl/rdm_2012/images/documentos/declaracion-contra-relocalizacion-salmonera.pdf
Demandas de comunidades
Estas son las demandas de las organizaciones al gobierno de Chile, a la opinión pública nacional e internacional y a los candidatos presidenciales y parlamentarios:
a) Rechazamos la imposición del destructivo modelo acuícola industrial en aguas chilenas, basado en la introducción de especies carnívoras exóticas bajo el control de los grandes grupos empresariales, compañías transnacionales y sistema financiero, el cual está destinado a satisfacer los intereses y demandas de los mercados internacionales y sectores de consumidores con alto poder adquisitivo.
b) Llamamos a la opinión pública nacional e internacional a rechazar este nuevo intento de SalmónChile, en complicidad con el Subsecretario de Pesca, de continuar transfiriendo sus crecientes costos de producción al bolsillo de los contribuyentes, medio ambiente, la salud pública y los derechos de las comunidades costera y pueblos originarios.
c) Las denominadas reubicaciones de centros de cultivo problemáticos de salmones y truchas, mediante opacos acuerdos entre el Estado y los regulados del sistema acuícola, incluso al interior de los denominados barrios salmoneros, son ilegales y fuera de todo control público.
d) Exigimos que el cambio a la normativa que regula a los monocultivos salmoneros industriales que afecten los intereses y derechos de los pueblos originarios, deben ser sometidos a la consulta obligatoria de los pueblos originarios, tal como lo exige el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificado por el Estado chileno el 2009.
e) Llamamos a detener e investigar la destructiva, excluyente e insustentable expansión de los monocultivos industriales de salmónidos tanto en las regiones patagónicas, donde entre otros actores, se ven amenazadas los intereses del pueblo Kawaskar, como en las áreas marino-costera, lagos y ríos precordilleranos de las regiones de Bío-Bío, Araucanía y Los Ríos, donde existen derechos e intereses del pueblos Mapuche y sus diferentes identidades territoriales Lafkenche, Pehuenche y Huilliche.
f) Demandamos la extensión del área de reserva exclusiva para la protección de la biodiversidad y recursos marinos costeros a todo el litoral nacional.
h) Solicitamos a los Ministerios de Salud, Medio Ambiente y al Servicio Nacional de Pesca, investigar las implicancias sobre la salud pública y el medio ambiente del abusivo empleo de antibióticos, antiparasitarios, antifouling y otros químicos utilizados en la producción intensiva de salmónidos, así como la situación actual de resistencia bacteriana y de resistencia a los antiparasitarios, los que acompañan a la actual expansión geográfica de la industria salmonera en el sur de Chile.
h) Solicitamos a Contraloría General de la República un pronunciamiento sobre la legalidad de la reubicación de los centros salmoneros, la cual no está respetando las normativas, ambientales, sanitarias, de concesiones acuícolas y de Pueblos Originarios.
http://mapuexpress.org
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