En el contexto de la evaluación de los proyectos Central
Hidroeléctrica Neltume y la Línea de Alta Tensión Neltume Pullinque – ingresados
en diciembre del año 2010 al SEIA - emerge el discurso local de lo que está en
riesgo de llegar a aprobarse las iniciativas de la transnacional ENDESA,
propiedad del grupo italiano ENEL en un 90 por ciento. La cual pretende
intervenir 2 importantes fuentes de agua del grupo lacustre conocido como Ruta
de los 7 lagos de la Región de los Ríos, impactando directamente los grupos
humanos que habitan la localidad de Lago Neltume y su calidad de vida.
“Señor, pero en el sacrificio que se hace en este nguillatún viene a ser el lago un lugar sagrado, donde el animal, se echa dentro del lago, esa es la adoración a dios, entonces el asunto no es sólo el terreno, si no el lago es un lugar sagrado”. (G. Melinao, 2 de marzo, 2010)
Por: María Amalia Mellado – Egresada Antropología UACh / Nastassja Mancilla Ivaca – Egresada Periodismo UACh / Pablo Rojas Bahamonde – Egresado Antropología UACh
Actualmente, se encuentran ingresados al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) de los proyectos mencionados, siendo los primeros que se evalúan bajo la reforma a la Ley de bases ambientales 19.300 en la Región de Los Ríos. Llevando a la práctica modificaciones institucionales, como la aplicación del Convenio 169 en el proceso de Participación Ciudadana.
Los mecanismos de aplicación del Convenio generan dudas para las comunidades indígenas en torno a los derechos de participación y consulta. En que se considera el idioma como factor importante, pero en la realidad un 77,3 % de los indígenas en el país no hablan ni entienden su lengua originaria, según la Encuesta de Caracterización Socio Económica 2009 (CASEN).
Para las comunidades la relevancia del Convenio y la conflictividad de su aplicación en Chile, se centra en el Decreto 124 promulgado el 2009 por MIDEPLAN, en el Gobierno de Bachelet. Éste, reglamentó la consulta y participación indígena, bajo un carácter no vinculante en las decisiones, y que responde al caso de la Participación Ciudadana del SEIA respecto a las resoluciones ambientales.
El Consejo Regional (CORE) que se realizó el 9 de mayo del 2012 en la ciudad de Valdivia, discutió la posición de éste ante el proyecto Central Hidroeléctrica Neltume, en que se concluyó el rechazo unánime a la iniciativa, con 11 votos con observaciones solicitando a la empresa aclaraciones y 2 sin observaciones.
El consejero regional Rubén Delgado comentó, “El proyecto no se relaciona explícitamente con los lineamientos de la estrategia regional de desarrollo, y la política regional de turismo”. A lo que explicó, (cita?) aunque la empresa responda al modelo de desarrollo nacional, no necesariamente se ajusta a la visión local, y que se refleja en las compensaciones, reparaciones y mitigaciones expuestas por ésta.
Cabe señalar que el CORE no es un organismo ambientalmente vinculante, pero informa a la comunidad y al intendente sobre la posición de los representantes políticos sobre el proyecto de ENDESA. En que la máxima autoridad regional preside la comisión de evaluación ambiental en la votación de la resolución final.
La estrategia Regional de Desarrollo 2009 a 2019, que se aprobó por el CORE de Los Ríos, señaló al turismo como el eje prioritario para el desarrollo económico y social.
La línea de desarrollo, según el consejero Juan Carlos Vidal, “está relacionada con temas que nos traen en este momento, la estrategia de turismo acorde a la ley que le da una importancia tremenda a nuestra área silvestre protegida, en relación a la belleza natural y por nuestra apuesta a la relevancia de la selva valdiviana”.
Vidal argumentó además, “No hay claridad en cómo no va a afectar este proyecto a la forma de vida cultural y ancestral de las comunidades que es de importancia nacional, porque no se respeta el Convenio 169”. A lo que agregó, “tampoco existe claridad de cómo no van a ser afectados los derechos de las comunidades, por lo que coincido con lo que ha planteado Delgado. Y es por ello que no estamos conformes”.
En consonancia con lo planteado por el CORE, Erwin Punulaf de la comunidad Juan Quintumán, impulsor de una asociación de artesanía y de comidas típicas mapuche en Lago Neltume, expresó: “A la empresa no le interesa que se haga turismo, desconocen totalmente lo que podemos perder, lo único que les importa es concretar su proyecto, no lo que sufre la gente ni cómo estemos en un par de años”.
Impactos invisibilizados
La antropóloga e investigadora chilena de la University of British Columbia de Canadá, María Isabel Du Monceau, actualmente realiza un estudio posdoctoral sobre los impactos de megaproyectos en territorios indígenas en cinco países, que abarca la Zona Centro Sur de Chile.
Du Monceau, en relación a los sistemas de evaluación desde los primeros resultados de su investigación, afirmó: “Existen impactos intangibles, los que son difíciles de estimar y cuantificar, especialmente bajo los criterios que se usan en los enfoques convencionales para la evaluación de riesgo o en nuestro caso el SEIA”
La académica, agregó: “Estos impactos intangibles incluyen efectos en la calidad de vida, la salud comunitaria, estabilidad familiar, la continuidad de valores culturales, el turismo, el conocimiento tradicional y la identidad, entre otros”.
Un aspecto que no se mide en el proceso de evaluación, pero que se palpa con el trabajo de campo, es el impacto en la salud de la gente de las comunidades de Lago Neltume, que se encuentran afectadas por el proyecto de ENDESA.
Rosario Queupumil, en cuanto a este tema, mencionó, “El proyecto a mí me tiene mal, con dolor de cabeza, porque me despierto y pienso al tiro en todo esto. Van a ensuciar el agua del lago y, ¿dónde vamos a tener agua para beber? Con los sondajes que hicieron cortaron las venas y tenemos poca agua, porque los individuales hacen trato y afectan a todos”.
Actividades cotidianas, como el sueño, se ven perturbadas con los trabajos habituales de la empresa: “Son ya casi seis años en que no puedo dormir bien, desde que llegaron a hacer sondajes. Al otro día ando durmiendo parada. Pienso en mi terreno y me despierto pensando en eso, en cómo voy a estar, en que nos van a quitar las tierras en donde sembramos y eso da miedo”, comentó María Calfuluán de la comunidad Juan Quintumán.
Para la gente de las comunidades afectadas, uno de los mayores impactos lo constituye la intervención del espacio en donde se celebra el nguillatún, la principal ritualidad de las comunidades de Lago Neltume y del Pueblo Mapuche en la actualidad.
Efecto del eventual traslado del rewe de aprobarse los proyectos de la empresa. La dirigente de la comunidad Inalafquén, Rosa Punulaf, explicó la relevancia de la ritualidad en la vida de las personas. “El nguillatún es una devoción muy grande y es importante, porque ahí se pide a Ngunechen (Dios) y a los ngen (dueños de los elementos de la naturaleza) que haya buen año para las cosechas, para los animales, para que ni la tierra ni la gente tenga enfermedades. Y se pide para gente mapuche y para no mapuche”.
Consultado sobre la intervención del espacio sagrado, Albino Catrilaf de la comunidad Inalfquén, respondió: “Eso tiene que hacerlo alguien que sepa, por ejemplo un ngen pin (sabio) o una machi, a través de sueños y su manera de hablar. Además tiene que ser acompañado de un acuerdo a una sola voz de todas las comunidades que participan”.
Uno de los hombres antiguos de la comunidad Juan Quitumán, Horacio Araneda, agregó, “Cualquier interferencia al nguillatuwe no se puede pagar con nada. No tiene precio. La persona puede cobrar cien millones de pesos o todo el oro del mundo, pero eso no es comprable, no es vendible, no tiene un tope de precio”.
A lo que uno de los dirigentes, Ariel Catrilaf, enfatizó: “No hay nada que repare eso. No se le puede poner un valor. Es malo el solo hecho que se acepte una compensación o incluso que se lo piense”.
Valiéndose de una comparación que utilizan las voces locales para dar a entender la importancia del nguillatuwe, Dominga Calfuluán, de la comunidad Juan Quintumán, dijo: “No lo puede cambiar una empresa. Así como tampoco podría cambiar la Catedral de Santiago”.
A pesar de las diferentes voces contrarias a los proyectos, en marzo de 2012 el representante de ENDESA, Raúl Castro, firmó junto a algunas personas de la comunidad Juan Quintumán un acuerdo en una notaría de Panguipulli. El objetivo fue viabilizar la intervención al nguillatuwe que busca la empresa para concretar su proyecto.
El lonco de la comunidad Juan Quintumán, José Catrilaf, es una de las personas que firmó el acuerdo y se encuentra a favor de la instalación del proyecto. Participó de una ceremonia en el eltún (cementerio ancestral) en la que se rogó a los antiguos para que los guíen en el riesgo asumido.
En ese contexto, Catrilaf comentó, “Nosotros andábamos con la intención de rogar por los que se fueron antes y están sepultados allí. Los recordamos como si hubieran estado vivos. Les pedimos permiso y ayuda para que no nos dañemos, no tengamos mala suerte ni tampoco enfermedades”.
Cabe mencionar que uno de los impactos con la llegada de la empresa al territorio es la división de la comunidad en dos, lo que dio lugar el 2008 a la creación de la comunidad Inalafquén. Así, “Endesinos” y “no endesinos” son nombres corrientes para designar a las personas de las comunidades en la cotidianidad.
La ayuda de la empresa con pequeños beneficios hacia los primeros contribuye a mantener la separación, la cual se exacerba con grandes sumas que están condicionadas. En el acuerdo mencionado, se promete un aporte de 50 millones de pesos, el que “será definido en detalle una vez aprobado ambientalmente el Proyecto Central Neltume e implementado antes del inicio de operación de la Central”, según ENDESA.
En relación a los efectos de no considerar los impactos intangibles en los mecanismos de evaluación, la antropóloga Du Monceau, se refirió a estos indicando que se convierten en ‘perdidas invisibles’. Y agregó que éstas, “son raramente consideradas, compensadas o mitigadas por aquellos que realizan las evaluaciones o toman decisiones al respecto, sin embargo, muchas veces generan impactos más profundos en individuos y comunidades que aquellos más tangibles o fáciles de identificar”.
En la percepción de quiénes serán directamente afectados, como expresó la werken de la comunidad Inalafquén, Noemí Catrilaf, en relación a los mecanismos de evaluación: “El Gobierno y sus organismos son como una persona externa, que está por allá lejos y que dice ‘tenemos en tal parte eso’ y que se guían por mapas, pero no están acá para saber adecuadamente lo que está pasando”.
Además del principal sitio ceremonial, está el cementerio ancestral, y el humedal que es de gran importancia para la medicina tradicional. Por otro lado, en la localidad se ha identificado una ritualidad fúnebre denominada “descanso”, el que se materializa en sitios de conmemoración que se encuentran a lo largo de toda la comunidad. Todos estos elementos representan un alto valor cultural del sector.
Tensión ambiental
El SEIA, para las comunidades locales representa un sistema que no respeta los derechos indígenas y de difícil comprensión. Realidad que se revela desde los resultados de la I Encuesta de Percepción de la Calidad de Vida en la Región de Los Ríos presentada en mayo de 2012, que indicó que un 85,9 por ciento de la población no conoce el funcionamiento del SEIA.
En relación a la decisión final sobre los proyectos con impactos ambientales, un 58, 2 por ciento de la población cree que la última palabra la tienen los políticos y en segundo lugar los empresarios. Lo que devela la legitimidad que percibe la ciudadanía de la institucionalidad ambiental chilena, en que apenas un 4 por ciento de los encuestados creen que los ciudadanos influyen en la decisión.
En una de las reuniones observadas, el dirigente Guido Melinao manifestó su disconformidad con el proceso de Participación Ciudadana del SEIA: “Nosotros hemos hecho tantas de esas observaciones pero para qué, si no hemos sido nunca escuchados. Una pregunta y qué sacamos de hacer observaciones si nosotros no queremos aquí a la empresa”.
Cabe recordar que el SEIA es un organismo técnico de evaluación ambiental y en que la Participación Ciudadana no es vinculante con la decisión final, en el marco del derecho que otorga la ley ambiental.
Así, los argumentos locales son inconmensurables con la racionalidad que guía la evaluación ambiental. Y que se evidenció en el contexto de la Participación Ciudadana realizada en la localidad de Lago Neltume, que se ejemplificó en el caso del nguillatún y el lago y su intervención.
Como bien lo resumió el dirigente Melinao en cuanto a las dudas de un funcionario público sobre el espacio ceremonial, “Señor, pero en el sacrificio que se hace en este nguillatún viene a ser el lago un lugar sagrado, donde el animal se echa dentro del lago, esa es la adoración a dios, entonces el asunto no es sólo el terreno, si no que el lago es un lugar sagrado”.
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