"Sí, se puede", fueron las palabras de diversas
organizaciones para alentar a una de las comunidades del norte del país que
enfrenta la criminalización de sus protestas en la justicia. Las críticas de la
comunidad de Caimanes se relacionan con una denuncia, que han advertido hace más
de una década, por el daño ambiental que acarrea el tranque de relave El Mauro
de La Minera Los Pelambres en esa zona. Este caso ha provocado una reacción
desde otras agrupaciones ciudadanas que han entregado su apoyo a los imputados,
pero también han hecho un llamado a la unidad ante las demandas de la
región.
Por Diana Porras
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En la Región de Coquimbo varias organizaciones ciudadanas empiezan a gestar una red de apoyo que permita difundir, informar y debatir los temas que están causando alerta en varias localidades.
¿Cuáles son las amenazas?. Para los dirigentes, la principal preocupación se relaciona con el agua, la mega minería, la sobreexplotación de recursos naturales, los daños ambientales y consideran que “las leyes están a favor de las mineras”, pues al llegar a una comunidad “se adueñan de las acciones de agua”.
Pese a que el juicio oral que revisa la demanda de La Minera Los Pelambres en contra de los cuatro abogados de la comunidad de Caimanes y un dirigente por asociación ilícita se suspendió para revisar el proceso de pruebas, la instancia permitió reunir a dirigentes de varios sectores aledaños y abrió puertas de diálogo para reconocer que estos temas se repiten en otras localidades del país.
Cristián Flores, presidente del Comité de Defensa de Caimanes y uno de los imputados, destacó que la unidad de las comunidades es clave para defender sus derechos.
“Se están sintiendo ya afectados por la llegada de la mega minería a las comunidades donde viven y se están dando cuenta que la realidad de Caimanes es la realidad también de ellos. Si hoy el mensaje que quiere mandar la minera es que metiendo a la cárcel a los abogados que defienden a los comuneros, a los dirigentes que se levantan en contra de estos proyectos multinacionales, si nosotros dejamos pasar esto y ellos nos llevan donde quieren estaríamos en un muy mal pie. La gente se ha dado cuenta de ello y ha salido en masa en apoyo de Caimanes”, sostuvo el dirigente.
En este sentido, Elizabeth Badilla de “Salvemos los Valles” e integrante de la Asamblea del Agua de la Provincia del Limarí, advirtió que han comenzado un camino de proyectos sobre exploraciones mineras en la región.
“Uno antes sabía que si vivía en una comunidad era dueña de su territorio, ahora tú puedes vivir en ese territorio, pero el dueño es otro, y se adueña de las aguas, las puede vender. Esa es una de las cosas súper graves que tienen que ver con las leyes de nuestro país, que está a favor de los grandes empresarios, de las grandes mineras y no a favor del pueblo. No tenemos ni una posibilidad, frente a la ley de repente, de protegernos”, añadió Badilla.
La dirigenta aseguró que para enfrentar este proceso es necesario organizarse, por ello recordó que a finales de mayo de este año se realizó una “Asamblea del Agua”, que comenzó a elaborar líneas de trabajo.
Asimismo, Jorge Campos, integrante de la Agrupación Medioambiental de Freirina, recordó que el movimiento de la zona fue creciendo junto a la información transparente que se difundía en medio del conflicto.
“Esta es una instancia en que por ejemplo se ve gente de Coquimbo, Serena, yo vengo de Freirina, otra gente viene de Santiago. Y acá la Red Ambiental Norte siempre está convocando asambleas, el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) también está constantemente convocando a encuentros formativos, donde los distintos dirigentes de las distintas comunidades se pueden ver las caras, se pueden conocer y se pueden pasar los contactos”, indicó Campos para explicar de qué manera se han ido generando redes entre las comunidades.
Las distintas organizaciones que se reunieron en Ovalle reiteraron sus denuncias sobre agotamiento de las aguas, por ejemplo en Combarbalá, pues aunque hay anuncios gubernamentales en la materia, actualmente hay sectores del interior del Valle de Limarí que están bajo el riesgo permanente de escasez hídrica.
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