La vestimenta mapuche tradicional no es solo un “adorno étnico” como suelen decir los estudiosos de los mapuche, sino que es parte de la identidad, un derecho protegido por la legislación vigente en el país (vea Ley contra la Discriminación, Ley Indígena, Convenio 169 de la OIT). La mujer mapuche, como todas las mujeres originarias de Chile y del mundo se han caracterizado por conservar y mantener la vigencia de sus trajes ancestrales. Lamentablemente, el racismo, la mala herencia de la dominación no solo ha atacado el uso del idioma y que hoy se está perdiendo por falta de protección del Estado, también ha atacado a la mujer, por ser indígena, por ser mujer y por ser “económicamente pobre” y en particular a las mujeres que visten su traje originario.
Por Elisa Loncon Antileo*
El día 20 de mayo, 2014, fue un día histórico para los pueblos indígenas de Chile. Por primera vez ingresó al Parlamento una ley destinada a protege los derechos lingüísticos de los pueblos, uno de los pasos más importantes dado por la Red de Derechos Educativos y Lingüísticos de los Pueblos Indígenas. Sin embargo, la lacra de la discriminación racial no se hizo esperar, se manifestó con suavidad y hasta con una sonrisa al ingresar al Congreso, el momento no paso desapercibido y quedó registrado en el siguiente un tweet: ”@Lautaro_Loncon El racismo en acción.@ElisaLoncon ingresa con chaqueta sin problema. Luego se pone joyas mapuche y carabineros pide identificación y destino”.
Ya habíamos ingresado al congreso previo registro de identidad y pasado el control de las maquinas de seguridad. Yo vestida de gala con mi vestimenta originaria mapuche, camal (1), xapelakuca, kvlkay y jifjif xarilogko en la cabeza. El traje de la mujer mapuce wentece, de Majeko de donde soy originaria. Nos dirigíamos al ascensor cuando repentinamente una carabinera me llama y me dice señora su identificación y Ud. dónde va…? … solo a mi me detiene, mientras el resto de la gente seguía pasando. Se supone que en ese espacios todos los que ingresan ya están controlados. Esto no fue una anécdota, fue un acto de discriminación contra mi persona. Todo acto de discriminación vulnera la imagen de la persona, por lo mismo, el derecho a la no discriminación es parte de los derechos humanos fundamentales.
La vestimenta mapuche tradicional no es solo un “adorno étnico” como suelen decir los estudiosos de los mapuche, sino que es parte de la identidad, un derecho protegido por la legislación vigente en el país (vea Ley contra la Discriminación, Ley Indígena, Convenio 169 de la OIT). La mujer mapuche, como todas las mujeres originarias de Chile y del mundo se han caracterizado por conservar y mantener la vigencia de sus trajes ancestrales. Lamentablemente, el racismo, la mala herencia de la dominación no solo ha atacado el uso del idioma y que hoy se está perdiendo por falta de protección del Estado, también ha atacado a la mujer, por ser indígena, por ser mujer y por ser “económicamente pobre” y en particular a las mujeres que visten su traje originario.
En la cultura mapuche tradicional, la mujer mapuche se distingue territorialmente por el tipo de joya que usa, principalmente por su xarilogko. La mujer Nagce de Arauco usa xarilogko con cakira y medalla; la de Majeko usa el jifjif xarilogko; la mujer Wentece de kawtin usa medalla xarilogko y la mujer Wijice, lleva el gvxowe xarilogko, una bella cinta bordada con jifjif de plata con la que amarra sus trenzas por sobre la cabeza. El mío es un jifjif xarilogko, el mismo que usó mi abuela, que hasta hoy lleva mi madre, y todas la mujeres mapuce de Majeko. Desde que tengo memoria, las mujeres de mi comunidad y de mi familia han vestido así. Es más, mi madre en su primera cédula de identidad, obtenida muy joven, aparece en su foto con camal y xarilogko, lo que también da cuenta que en los tiempo de su juventud el Registro Civil aceptaba otorgar cédula de identidad a las mujeres portando sus trajes y sus joyas tradicionales.
En nuestros tiempo y a pesar de que se critique la discriminación y se considere políticamente incorrecta; a los pueblos indígenas nos persiguen por nuestras diferencias; que de no modificar las leyes internas, el racismo seguirá siendo racismo estructural e institucional. Recuerde que el año 2011 a Vania, siendo aún niña no se le permitió licenciarse de cuarto medio con su traje mapuche (ver http://www.azkintuwe.org/20111123_004.htm) En el verano reciente, Luanco, un joven cantautor mapuche paseaba con su esposa y guagua en brazos vistiendo traje tradicional en el centro de Santiago y carabineros les interrumpió sus pasos (ver http://youtu.be/FXICRe3spQQ), esto por citar algunos ejemplos. Mientras tanto, nuestras joyas se exhiben en museos o adornan las oficinas de los que se jactan por su valoración a la diversidad o de la valoración al pasado guerrero de los araucanos (recuerde la foto de la oficina de Cheire, ex Comandante en jefe del Ejercito de Chile, adornada con una pintura del gran Lefxaru). Lo cierto, esta sociedad es racista, todavía no sabe respetar la diferencia y su práctica discriminatoria no conduce a la paz, a la democracia, ni honra la condición humana ni a su verdadera diversidad. Los derechos de nuestros pueblos no son para adornar documentos, museos ni discursos, son para gozarlos y vivirlos en libertad. Antes estos hechos, los pueblos debemos reaccionar creativamente, tenemos nuestros saberes para el disfrute de su belleza y distinción; no para los malos tratos. Somos los portadores de nuestra herencia milenaria, que honramos y protegemos para las futuras generaciones.
Por ello, se me ocurre que las mujeres originarias de Chile por libre decisión, debiéramos acudir organizadamente y de manera masiva al Registro Civil a solicitar nuestra cédula de identidad con nuestros trajes ancestrales y sobre todo con nuestras joyas que distinguen nuestra identitad territorial y de pueblos, en el caso mapuche nuestros xarilogko de plata. No hay nada que impida este hecho; al contrario las prácticas de nuestras culturas están protegidas por los instrumentos jurídicos antes citado, solo ejerceríamos el derecho que nos compete; considere también que el xarilogko no modifica la huella dactilar. También fortalece la práctica de las hermanas y hermanos que marcan presencia en la institucionalidad chilena y en el Estado portando sus trajes, las mujeres con sus joyas y su kvpam; los hombres con su gvren xarilonko o su makuñ, cuando corresponde. De cualquier hoy para la mayoría, a excepto de la mujer mapuche anciana o las maci, el traje tradicional es alternativo a la vestimenta chilena social y su uso es de libre voluntad, lo importante es que nadie debe ser discriminado por llevarlo o por no llevarlo.
Finalmente y a ti…., que no te moleste mi traje o mi vestimenta ancestral porque es parte de la belleza de nuestra diversidad, además tiene arte, newen e historia.
Notas:
1 Uso grafemario Ragileo. Una letra para cada sonido, c es ch, x es tr, v es ü, j es ll, h es n
*Elisa Loncon, Académica de la USACH, Coordinadora de la Red DELPICH
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