Sorpresa ha causado los anuncios de una de las industrias del multimillonario Roberto Angelini, debido a que la cuestionada planta de celulosa Celco que descarga en el río cruces de Valdivia y que ha pretendido un ducto al mar de Mehuin, habría anunciado la reorientación de su producción y utilizar la Planta Valdivia para el mercado textil, en un proyecto que espera poner en marcha el 2016.
Al respecto la Seremi de Economía de Los Ríos, Ana María Bravo, sostuvo a Radio Bio Bio que “es necesario esperar con cautela el resultado de este cambio y el impacto que va a generar desde el punto de vista productivo y económico para la región” y añadió que si bien es preliminar hacer un análisis sobre este giro de la Celulosa Arauco, “si es positivo la diversificación del mercado porque podría implicar un mejoramiento en los índices de desempleo”, indicó.
Las empresas forestales y de celulosa en Chile, son emblema del neoliberalismo, basado en la explotación, extractivismo de la madera, los monocultivos de plantas exóticas de pino y eucaliptos, que han causado estragos y decadencia en diversos territorios, con más de 3 millones de plantaciones en el centro sur de Chile, lo que ha traído consigo una de las actividades más contaminantes del planeta luego de la minería: Las celulosas – papeleras, todo esto, para un lucro desmedido a costa de la depredación.
En efecto, la planta de Angelini en la región de los ríos, causó un verdadero ecocidio. La empresa está condenada por los tribunales chilenos por estas acciones y con una sanción de casi 10 millones de dólares.
Se estima que Roberto Angelini, heredero del italiano Anacleto Angelini, tiene alrededor de un millón doscientas mil hectáreas de superficie forestal a través de la empresa Arauco.
Angelini y Matte son los dos grupos familiares que sostienen mayoritariamente este rubro en Chile, con miles de millones de dólares de fortuna, con actividades que literalmente, han traído la intensificación de la muerte en la vida rural. Además de las contaminantes plantas de celulosa, las plantaciones forestales propician, donde se concentran, los más altos índices de pobreza e indigencia, desempleo, emigración, incendios y crisis hídricas, aun así, están en directa ofensiva para expandirse a costa de territorios agrícolas, de bosque nativo, ganadero, pertenecientes a sectores campesinos y comunitarios.
En el congreso está latente y activo los intentos por la prórroga del decreto pinochetista de fomento forestal que tiene como propósito contribuir al lucro mayor de estos empresarios.
Es de esperar que este cambio de rubro que se anuncia en Valdivia por la planta celulosa celco, sea también un sensato aliciente para que las actividades empresariales se hagan bajo los parámetros del respeto a las personas y del medio ambiente.
No solo la planta de celulosa de Valdivia ha causado contaminación, también existen diversos antecedentes de las plantas Nueva Aldea en el Valle de Itata región del Bio Bio, la Planta Licancel en la Región del Maule, la planta horcones también en el Bio Bio y la contaminación por derrame petrolero del puerto Copec en Calbuco, región de los lagos.
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