lundi 14 juillet 2014

José Huenchunao: “La apuesta de Huenchumilla es contener nuestra demanda de territorio y autonomía”.

El werkén analiza la actual coyuntura mapuche, nuevamente presa de la discusión política a raíz de los últimos hechos de resistencia y violencia ocurridos en Arauco, Malleco  y Cautín. Incrédulo con las propuestas del gobierno para hacer frente al  conflicto, Huenchunao sobreexpone los postulados y utopías del movimiento mapuche  autónomo.

Huenchunao

Por: Julio Parra / El Desconcierto

Es tal vez uno de los actores más relevantes del conflicto que se vive en el sur del Bío Bío en los últimos 15 años. Ex miembro y fundador de la CAM. Ex preso político. José Huenchunao Mariñan, con mesura toma palco del debate que se celebra en torno al rol que está jugando el intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, en su afán de satisfacer la demanda mapuche y con ello alcanzar la anhelada “paz social”.

Desde Lleu Lleu, comuna de Tirúa, el werkén mira con desconfianza el protagonismo de la máxima autoridad regional y asegura que su papel “sólo busca confundirnos como mapuche y contener nuestra demanda de territorio y autonomía”.

Consecuente con lo que él denomina la “línea”, Huenchunao observa con escepticismo la discusión “asimilacionista” que se ha tomado la agenda política y las editoriales de prensa, remarcando -a contracorriente- los postulados de resistencia, control territorial y autonomía, cuya práctica -asegura- se multiplica de forma sigilosa por los campos del Wall Mapu.

Sus palabras son reflejo de la realidad que se vive en los territorios en conflicto. Por ejemplo, cuenta Huenchunao, en la zona lavkenche de la provincia de Arauco, Región del Bío Bío, existen más de 5 mil hectáreas “controladas” por comunidades mapuche que son afines a estas ideas. Predios, en su mayoría forestales, donde el concepto de “recuperación productiva” y “control territorial” ha dejado de ser un fetiche convirtiéndose en “experiencia concreta de autonomía y descolonización de nuestro pueblo”, como asegura el comunero.

¿Qué te parece el rol y el lenguaje utilizado por Huenchumilla desde que asumió la intendencia de La Araucanía?

- Él tiene una idea de cómo resolver el conflicto, pero su propuesta es más de lo mismo, o sea una oferta institucional y sistémica. El asunto de fondo sigue siendo el territorio y la autonomía del pueblo mapuche. Esa es nuestra demanda histórica y los mapuche más conscientes no podemos apartarnos de este marco. Todo lo demás, sea cuota parlamentaria, ministerio indígena, no son avances para nuestro pueblo sino más bien mecanismos de control y contención. Esa es la apuesta de Huenchumilla y el gobierno: confundirnos y frenar nuestra demanda de territorio y autonomía, y así seguir dominados por el estado y el sistema económico capitalista.

¿Cómo se plasma este anhelo de territorio y autonomía en las comunidades que tú y otros sectores denominan “en resistencia”?

- Estamos en un proceso de discusión política que se traduce, paulatinamente, en un crecimiento de nuestras fuerzas. La postura es clara: somos autonomistas, creemos que somos nación ya que tenemos un territorio histórico, una lengua y una historia propia que nos  hace distintos. Pero también somos anticapitalistas y los Lof y comunidades, poco a poco, van entendiendo esto, sobre todo en la medida que avanza la lucha. Hemos vivido un proceso  importante de descolonización y maduración ideológica (…) que en algunas zonas ya es inquebrantable. Es ahí donde la resistencia, el control territorial  y  la reconstrucción de nuestro pueblo se fortalecen. Aquí está el sustento de nuestro proyecto político y donde chocan los intereses del estado y el sistema capitalista.

¿Cómo crees que van actuar las policías y los servicios de inteligencia de la Nueva Mayoría frente a esta propuesta mapuche, que a todas luces choca con sus intereses?

- Creemos que el gobierno va esperar un poco. Intentará a toda costa, mediante sus operadores políticos, intervenir las comunidades y cuando su actuar fracase va a reprimir como siempre lo ha hecho. Es más, en forma solapada, ya están poniendo en práctica medidas represivas como el aumento de carabineros en zonas donde la lucha ha dado saltos importantes. Son los casos de Tirúa, Cañete y Ercilla, por dar unos ejemplos, donde la presencia policial se ha incrementado en las últimas semanas. Es parte de su estrategia: tratar de intervenir y desestructurar las comunidades, sobre todo donde la lucha ha crecido, y aumentar la represión silenciosamente. De todas maneras creemos que el devenir de los hechos desenmascará al gobierno y quedará claro que su intención no es resolver el conflicto.

Hay sectores mapuche como Enama, que han aprovechado la coyuntura  para hacer pública su propia agenda, (incorporación parlamentaria y/0 una posible zona pluriétnica, por ejemplos). ¿Qué piensas de estas posturas? ¿Puede existir un punto de convergencia?

- Sabemos que los mapuche llevamos varios años intervenidos (…) y la intervención permanente genera sus frutos. Algunos siguen aún colonizados y dependientes del sistema, debido a su fuerza, que es innegable. Pero es un tema que nosotros debemos ir, de a poco, trabajando, sobre todo con nuestra gente de las comunidades, porque ellos están más limpios, más sanos de esta intervención. Sabemos que el sistema es súper fuerte y ha generado situaciones de ignorancia que debemos combatir. Pero poco a poco, cuando nuestra gente entienda mejor nuestra lucha, vaya queriendo su cultura y apreciando lo somos como pueblo, este camino va ir tomando más forma y mayor fuerza. Yo sé que en la memoria colectiva de todos nosotros está la idea de la nación mapuche, siguen intactas nuestras expresiones culturales (…) que en realidad son contrarias a lo que platea el sistema capitalista. Esta es la esperanza más concreta de reconstruirnos y  avanzar hacia la liberación  de nuestro pueblo.

Algunos sectores empresariales y políticos han tratado de posicionar un discurso de  “supuesta limpieza étnica” que –aseguran- estaría ocurriendo en los sectores en conflicto ¿Qué opinas de ello? y ¿cuál es tu posición frente a los campesinos chilenos que residen en territorio mapuche?

- Yo siempre he pensado en la gente que no es mapuche racialmente, que son campesinos y que están asentados hace muchos años en el territorio mapuche. Creo que ellos no le hacen daño a nuestro pueblo. Los enemigos no son ellos. Los enemigos son las expresiones del capital, las empresas nacionales y transnacionales (…) los campesinos… no. Cuando algunos sectores plantean una supuesta limpieza étnica, yo creo que no es lo que se está planteando desde el mundo mapuche. Lo que se está planteando es cómo funciona una institucionalidad, dentro de un territorio,  determinado por los códigos y valores de una cultura. En este caso yo estoy de acuerdo que la base cultural que ordene este territorio debe ser mapuche, y los que quieran participar,  sean mapuche o no racialmente definidos, pueden ser parte de esto. La lucha del pueblo mapuche no es racial. La lucha mapuche es eminentemente política y todos los que compartan los postulados políticos e ideológicos de la cultura mapuche, pueden vivir, sin duda (…) y aquí vivirán. La idea es que, de a poco, el campesino no mapuche empiece  a conocer cómo vivimos los mapuche (…) por ejemplo que tome más conciencia de la cuestión forestal, y así podamos tener un buen entendimiento.

Entremos al tema forestal. Bachelet dio un espaldarazo al rubro el pasado 21 de mayo, adelantando que el gobierno respaldará la extensión del decreto forestal 701 . Paralelamente, en Arauco la planta de celulosa pretende duplicar su producción (lo que se conoce como proyecto Mapa) lo que significaría el aumento de las plantaciones de eucaliptos. ¿Cómo afectará esto a las comunidades? ¿Cómo vislumbras la futura correlación de fuerzas?

- Las comunidades más conscientes desde hace mucho tiempo están con la idea de generar resistencia frente a los intereses capitalistas del rubro forestal. Ya está comprobado que las forestales hacen daño, no solamente al medio ecológico, sino que también al medio social porque con sus plantaciones reducen las posibilidades económicas de las comunidades. El daño de estas empresas no es un tema teórico ni ideológico, es una cuestión concreta (…) las forestales han venido a destruir las aguas para acá. Se han secado esteros, napas subterráneas donde, antiguamente, la gente hacía pozos para sacar agua. Esas son las forestales. Uno mismo ve como los árboles botan agua cuando se talan (…) pero es un trabajo que hay que hacer paulatinamente, que nuestra gente vaya entendiendo lo que significa la presencia de las forestales, para que sigan retrocediendo y se vayan de nuestro territorio. Para los mapuche, la base económica y de subsistencia no es  forestal. Su base es y debe ser otra. Por eso en algunos sectores mapuche ya está la decisión consciente de combatir a estas empresas.

Y el Mapa…

El proyecto Mapa es parte de la cadena productiva de las forestales, y parte fundamental. Esta planta se ubica en lo que nosotros denominamos territorio histórico mapuche y cerca de ella hay comunidades mapuche que se están reconstruyendo también (…) y no pueden ser vulneradas por estas empresas. Pero la resistencia continuará. Como te decía, es una decisión tomada hace mucho tiempo por algunas comunidades, y que día a día aumentan (…) es un camino ya irreversible.

http://mapuexpress.org

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