El día 25 de abril del presente año, fuimos invitados, ciudadanos y representantes de algunas agrupaciones ambientalistas, al primer Gran Tragún abierto realizado en la Comuna de Curacautín, y que se efectuó en un terreno aledaño al puente del Río Cautín camino a Conguillío. En esta importante ceremonia, se hicieron presentes más de doce representantes de comunidades indígenas provenientes de toda la Región de la Araucanía.
Por Massiel Olivares - Fotos: la Carmen de kura
El magno evento tuvo lugar, específicamente, en el sector donde se pretende emplazar la bocatoma de la Central hidroeléctrica Alto Cautín de la empresa Agrícola Río Blanco, la cual, cuenta con la resolución de calificación ambiental para iniciar sus obras, después de haber emitido una simple declaración de impacto ambiental al SEA de Temuco, que lo eximió de realizar estudios al medio físico, biológico y humano, descartando y menospreciando el impacto que tendrá sobre las comunidades indígenas que habitan en el sector. La vida útil del proyecto se estima en unos 100 años.
Durante el desarrollo de la ceremonia en torno al rehue, que consistió en rogativas y discursos de los lonkos de las comunidades asistentes, y también de algunos invitados, se planteó la visión del pueblo mapuche respecto de todas las amenazas empresariales disfrazadas de inversiones económicas y progreso para la zona y el país y apoyadas en el repetitivo y rancio discurso de “querer aportar a la solución energética del país, y a su crecimiento económico”, intentando convencer que estas empresas son una expresión casi de “filantropía” y sus dueños nuestros “benefactores”.
Pisciculturas, forestación con exóticos, ahora centrales hidroeléctricas, más un embalse, son empresas y proyectos que han proliferado en la zona y en otras regiones y que están afectando y degradando nuestros ecosistemas. Lamentablemente, siempre resultan aprobadas y amparadas por el Estado chileno en su ejecución y operación, en desmedro de los intereses de los pueblos originarios y de los ciudadanos que habitamos en estas tierras.
Pero ahora, el pueblo mapuche ha sido claro al señalar que defenderá la Mapu con la vida si es necesario, pues las injusticias y discriminaciones a su gente y tradiciones ancestrales, ya han ido demasiado lejos y se han prolongado durante mucho tiempo.
Los chilenos invitados a esta ceremonia, hemos sido testigos como el pueblo mapuche es consecuente y respetuoso de sus pensamientos, sentimientos y religiosidad.
El ambiente durante la ceremonia se inundó de espiritualidad y envolvió a todos los que estábamos allí, en un atmósfera llena de sensaciones emotivas y en conexión profunda con todos los espíritus de la naturaleza que habitan el lugar. Para el mapuche es esencial presentar sus respetos a los Newen, y en una rogativa expresada en mapudungun, se les pidió su ayuda.
Luego, los lonkos manifestaron uno a uno su opinión y fueron surgiendo frases, tan profundas, que nos hicieron emocionar y comprender, de que tenemos mucho que aprender de este pueblo, al que, lamentablemente, conocemos muy poco.
No somos voz autorizada para divulgar las estrategias definidas en este trawún en relación a los proyectos que amenazan la zona. Sin embargo, con el propósito de difundir la sabiduría de esta cultura, pero sin comprometer sus acuerdos, creemos importante señalar, respetuosamente, algunas frases que demuestran la espiritualidad y visión de esta cultura y fortaleza de sus líderes:
1.- “Estos encuentros (Trawún) son una demostración de dignidad y de unión entre el pueblo mapuche”.
2.- “Si nos siguen despojando de nuestras tierras, llegará el momento en que no tendremos donde pisar, donde posar nuestros pies, donde apoyar nuestros pasos…”
3.- “Los Ngen (espíritus de la naturaleza) debieron huir de la devastación y destrucción de los bosques y ríos de tierras más abajo, y se vinieron todos a estos lugares, más cerca de las montañas, a tierras vivas, y más lejos de la maldad de algunos hombres, pero si no protegemos nuestra Mapu, ellos nos abandonaran para siempre, pues no tendrán donde vivir”.
4.- “A diferencia de las palabras extranjeras, una sola palabra en mapudungun expresa cien o más sentimientos”.
5.- “Nos disculpamos ante nuestros ancianos, porque muchos de nosotros los jóvenes, hemos sido despojado de nuestro dialecto y al escuchar a los más viejos expresarse en mapudungun, sentimos profunda tristeza y frustración cuando no somos capaces de comprenderlos. Es como si estuviéramos sordos…”
6.- “Mis abuelos me criaron y siempre me enseñaron a que nunca debía engañar”.
7.- “El miedo nunca fue parte del pueblo mapuche”.
8.- “El mapuche mira más allá de sus ojos”.
9.- “Alrededor de nuestro Rehue estamos unidos sin diferencias políticas, religiosas o de clases. El Rehue nos lo dejó Chaw Ngenechen”.
10.- “Nosotros hablamos hoy al dueño del agua, al dueño de la vida, Chaw Ngenchen. Porque la tierra y el agua no son propiedad del hombre. La tierra y el agua tienen dueños, pero Dueños Espirituales”.
11.- “Somos un pueblo tranquilo y respetuoso, pero cuando existen injusticias somos capaces de levantarnos unidos”.
12.- “La codicia la trajo el extranjero, el mismo que transgredió nuestros espacios sagrados”.
13.- “Los jóvenes debemos ayudar a los viejos en este proceso y los ancianos deben ayudar a los jóvenes con su sabiduría y experiencia. Todos unidos en una sola fortaleza”.
14.- “Nací en tierra mapuche, soy mapuche y los compromisos con Chaw Ngenchen se cumplen”.
15.- “Existe mucha fuerza dentro de mi espíritu mapuche. La misma fuerza que está en los árboles, ríos, montaña y viento. Todos estamos unidos en comunión, en una sola naturaleza porque somos de la misma tierra”.
16.- “El Estado no nos reconoce y limita día a día nuestros espacios. El Estado arruinó al pueblo Mapuche y ahora nos quiere hacer desaparecer. Pero nuestro pueblo es digno y fuerte”.
Estas y muchas frases más, fueron parte del diálogo que se desarrolló durante el trawún. La ceremonia, incluía compartir el desayuno y el almuerzo entre todos los asistentes, sin diferencias, en un acto fraternal.
Y así, en un día frío, pero lleno de calor humano, lonkos orgullosos de su pueblo, niños jugando, mojándose en el río, corriendo libres, imitando a sus mayores, cabalgando altivos junto a sus padres; mujeres mapuche, hermosas, dignas y amables, ataviadas con sus joyas de platería y sus chamales; ancianos compartiendo con los jóvenes en una conversación, como una gran familia, todos unidos, en una convicción, defender los ríos, los bosques, las montañas, porque saben que si ellos enferman y mueren, su pueblo también lo hará.
Nos remontamos al pasado para comunicarnos, sin celulares, ni internet, ni WhatsAap; a la antigua, en una profunda conversación humana, mirándonos los rostros, sintiendo y viendo las emociones que salían disparadas a través de nuestras ventanas del alma, nuestros ojos; algunas cristalizadas como lágrimas y otras en un canto desde el corazón.
Por último, sólo nos queda decir que nosotros, los chilenos que asistimos a este Gran Trawún, sentimos vergüenza, porque nos damos cuenta de lo poco o casi nada que conocemos de este pueblo: sus rituales, su espiritualidad, el nombre de sus atavíos y tantas otras más, y pedimos disculpas por tener que recurrir a palabras chilenas para describirlas o mencionarlas en este texto.
Nos queda la triste sensación de que falta mucho, pero mucho por aprender del Pueblo Mapuche.
Gracias a las comunidades por habernos honrado con esta invitación. Sepan que compartimos con ustedes el más profundo respeto y amor por todo lo que existe y ha sido creado por Chaw Ñgnechen (Padre Dios) y que ningún estado o gobierno del mundo puede creer tener, el derecho a despojarnos de lo que Él ha creado.
Agrupación Vive Curacautín y Agrupación Cultural Huitral – Mapu
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