Se realizó el viernes pasado un recorrido por la ruta de la contaminación con el objetivo de demostrar el daño que ya viene generando la industria petrolera en la zona y por qué se tiene la seguridad de que el perjuicio ambiental se intensificará.
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Foto: Pileta de contención al aire libre del agua de retorno con químicos e hidrocarburos.
Según señalaron desde la Multisectorial contra la hidrofractura a través de un comunicado, más de doscientas personas participaron de la actividad en la zona de los lagos Mari Menuko y Los Barreales: “en esta acción se pudo comprobar de manera fehaciente la precariedad en la cual se explotan los hidrocarburos”.
En el año 2009, se realizó una toma de 7 (siete) muestras, seis en tierras superficiales y una de agua, solicitada por la justicia federal y analizada por el Laboratorio de Toxicología y Química Legal de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, este pedido surgió como complemento de una demanda original, por daño ambiental, que interpusiera la Asociación de Superficiarios de la Patagonia contra YPF S.A. y Otros (Expte.1274/2003 39 A). El peritaje a las muestras firmado por Oscar Lancani, perito químico de la Corte Suprema, fechado el 28 de junio del 2012, arroja la presencia de hidrocarburos de cadena larga, como kerosene, gasoil y aceites, entre otros. El nivel encontrado fue superior a lo permitido por el decreto nacional 831/93, superando el límite en 50 veces. Encontrado 15 mg x litro, permitido 0.3 mg x litro”, recordó la Multisectorial, que basó el recorrido por la ruta de la contaminación en estos datos: “el principio precautorio, exige la suspensión o cancelación de cualquier actividad que amenace el medio ambiente, hasta que no existan pruebas científicas suficientes para vincular tales actividades con el deterioro de aquél. Por consecuencia consideramos que al ser la Hidrofractura una actividad totalmente experimental, debe al menos suspenderse o prohibirse, como se hizo en varios países de la Comunidad Europea y Provincias, Estados o Municipios de diferentes países de América”.
La empresa YPF, por su parte y de la mano de Prosegur, quiso, según informaron desde el espacio en contra de la hidrofractura, romper con la tranquilidad en la que venía dándose la actividad. Sin embargo, la restatizada tergiversó los hechos mediante un comunicado e incriminó a las y los manifestantes: “en ningún momento hubo ningún tipo de sustracción al personal de Prosegur. Lo que sí hubo, fue una muestra clara del avasallamiento corporativo.
Las empresas solo obtienen la concesión del subsuelo, pero en los hechos administran las áreas como si fueran sus feudos, con la complicidad del estado se arrogan derechos sobre el manejo de todo el territorio: el vuelo, el suelo y el subsuelo”, señalaron desde la Multisectorial: “lo que sucedió el viernes, al negarnos el paso en un camino vecinal, no es más que una violación al derecho de libre tránsito, ese derecho constitucional que siempre nos acusan de violar cuando ejercemos el derecho a la protesta. Prosegur debe justificar que no pudo detenernos, y lo hace con mentiras”.
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