La industria de salmón en Chile alcanzó durante el 2012 niveles históricos de empleo de antibióticos, con la cifra total de 337,99 toneladas de agentes antibacterianos, lo cual representa un 63,4% de aumento comparado con el 2011 (206,8 tons), según el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca). Y a pesar que también aumentaron las toneladas producidas, el uso de estas sustancias por kilo producido se elevó a 23,5 por ciento, lo cual evidencia que a pesar de las diferentes medidas sanitarias impulsadas por las empresas y el gobierno, la crisis sanitaria en la industria del salmón en Chile, aún está latente.
Fuente: RADIO DEL MAR
En entrevista con Ecoceanos News, Sandra Bravo, investigadora del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACH), afirmó que el aumento del empleo de antibióticos en la industria del salmón “indica que algo se está haciendo mal nuevamente. La implementación de regulaciones más estrictas, y el aumento en los costos de producción con medidas de bioseguridad no han sido suficientes para el control sanitario y ambiental”.
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18 de marzo de 2012 (Ecoceanos News)-- La industria de salmón en Chile alcanzó durante el 2012 niveles históricos de empleo de antibióticos, con la cifra total de 337,99 toneladas de agentes antibacterianos, lo cual representa un 63,4% de aumento comparado con el 2011 (206,8 tons), según el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca). Y a pesar que también aumentaron las toneladas producidas, el uso de estas sustancias por kilo producido se elevó a 23,5 por ciento, lo cual evidencia que a pesar de las diferentes medidas sanitarias impulsadas por las empresas y el gobierno, la crisis sanitaria en la industria del salmón en Chile, aún está latente.
“Al calcular la cantidad de kilos de droga pura que se utilizan por toneladas de salmón cosechado, se registró un significativo aumento del 23,5% con respecto al año 2011”, señaló Sandra Bravo, investigadora del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACH). En entrevista con Ecoceanos News, la académica afirmó que “estas cifras indican que algo se está haciendo mal nuevamente. La implementación de regulaciones más estrictas y el aumento en los costos de producción en medidas de bioseguridad en la industria del salmón no han sido suficientes para el control sanitario y ambiental”.
El salmón Atlántico fue la especie con la mayor participación en el uso de antibióticos (62%), seguida por la trucha arcoíris (30%) y el salmón Coho (8%). El florfenicol fue el agente antibacteriano más frecuentemente utilizado (54%), luego la oxitetracilina (43%), a la que siguen la amoxicilina, flumequina y eritromicina, con un 1% cada una.
En cuanto a los patógenos que originaron la utilización de estos antibióticos, el reporte del Sernapesca indica que el 82% de los productos antibacterianos fueron usados contra el Síndrome rickettsial del salmón (SRS), un 7% contra la enfermedad bacteriana del riñón o renibacteriosis (BKD), un 5% contra flavobacterium y el 4% restante contra la flexibacteriosis.
En contraste con la situación ocurrida el 2011, la Región de Aysén presentó el mayor consumo de antimicrobianos (52%) de los casos, seguida de la Región de Los Lagos (43%). Cabe consignar que en ambas regiones se registró un aumento de las operaciones de centros de cultivo, correspondiente a un 15,6% y 43,7% respectivamente durante el 2010.
Para la Dra. Sandra Bravo, se requiere “aplicar un manejo adecuado integral, en el que se privilegie el descanso de centros de cultivos que comparten áreas influenciadas por las mismas masas de agua (corrientes)”.
Bravo aseguró que luego de la crisis del virus ISA, durante los años 2010 y 2011, se empleó menos volumen de antibióticos por parte de la industria salmonera debido a la existencia de una menor biomasa cultivada en el mar. Sin embargo, el 2012 la cifra se incrementó, volviendo a alcanzar los niveles históricos.
La académica de la UACH advirtió que no existe información sobre el uso de antibióticos entre los años 2004 y 2006. Sernapesca, en medio de la crisis sanitaria del virus ISA, comenzó a solicitar el 2007 dicha información a las compañías salmoneras, única fuente a la que recurría el Estado para elaborar las cifras oficiales del uso de antibiótico.
Recientemente, se ha incorporado la información proveniente de los laboratorios farmacéuticos. La información existente referida a los años 2000 al 2003 proviene de un proyecto liderado por la Dra. Bravo respecto del uso de químicos en la acuicultura chilena.
Ad portas de una nueva crisis sanitaria
Según la Dra. Bravo, “son varios los factores que pueden incidir para que la industria del salmón enfrente una nueva crisis sanitaria y ambiental. Cuando hay un aumento de la droga pura por tonelada de salmón cosechado, se debe poner atención, ya que puede ser un indicador de que los tratamientos no están siendo efectivos frente a los cuadros de rickettsia”, agregando que “Hay vacunas que se han desarrollado para el combate de la rickettsia, pero no han dado los resultados esperados. La industria usa vacunas, pero igual se producen brotes, por lo que sigue aplicando antibióticos”.
La investigadora Bravo señaló que “la alta concentración de centros de cultivos contribuye a que existan más probabilidades a que se desarrollen brotes. Chile tiene una alta concentración de centros de cultivos en dos regiones (Los Lagos y Aysén). En cambio Noruega produce salmones a lo largo de todo el país”.
2007 y la crisis del virus ISA
La investigadora de la UACH explicó que “el 2007 fue el año más malo para la industria, con altos niveles de antibióticos, registrando 640 gramos de ingrediente activo por tonelada de salmón cosechado. Con una alta concentración de salmones en la región de Los Lagos, el nivel de enfermedad y mortalidad de peces aumentaron, lo que refleja que algo no se estaba haciendo bien. De hecho, esta situación se venía registrando desde el 2005”.
Agregó que “en el 2007, el piojo de mar Caligus también estaba sin control, debido al desarrollo de resistencia frente al único fármaco autorizado por la autoridad sanitaria, el benzoato de emamectina. Cuando las mortalidades se ven incrementadas producto de una enfermedad, la situación puede deberse a diversos factores, entre los que se destacan: condiciones ambientales adversas para el pez, manejo inadecuado de los peces, pérdida de eficacia de los medicamentos que se están utilizando, o una sumatoria de todos ellos”.
Sandra Bravo detalló que “los piojos de mar -Caligus y Lepeophtheirus-, se caracterizan por desarrollar resistencia frente a los pesticidas usados para su control. Por lo que después de 7 años de uso exclusivo de benzoato de emamectina era esperable que esto ocurriera. Actualmente hay también desarrollo de resistencia frente a este fármaco en Noruega, Canadá y los otros países en donde se cultiva el salmón del Atlántico”.
Aumento de alta parasitación y empleo de pesticidas
Los niveles de parasitación por Caligus son cada vez más severos y los altos volúmenes de pesticidas usados para su control parecen no estar entregando la protección esperada. Sernapesca muestra que las cargas se mantienen bajo los 6 parásitos por pez, como lo exige el reglamento, pero no se hace cargo de la cantidad de pesticidas usados para lograr estas cifras. Sin embargo, 54 centros de cultivo fueron reportados este año como centros de alta diseminación (CAD), con una abundancia promedio de piojos adultos (Caligus rogercresseyi) por pez, igual o superior a 9 parásitos por ejemplar, según Sernapesca.
Al respecto, Sandra Bravo dijo que “esta es la situación real de la industria. Si se revisan las cifras de años anteriores, incluyendo las cifras de los primeros años, la carga de Caligus adulto por pez nunca fue menor a 9. Sólo en sectores con baja salinidad , los peces se ven libres de Caligus, ya que este parásito no tolera salinidades bajo los 20 partes por mil. En Noruega, la carga de piojos debe ser menor a 0,5 hembras/pez, pero la tasa de fecundidad de las hembras de Lepeophtheirus salmonis es 15 veces mayor que la de Caligus rogercresseyi”.
Síndrome rickettsial del salmón (SRS)
Sandra Bravo explicó además que el “Síndrome rickettsial del salmón (SRS) es una bacteria intracelular, lo que quiere decir que cuando se aplica el antibiótico mata los organismos que están libres en el torrente sanguíneo, pero no logra llegar al interior de la célula donde se escuda esta rickettsia. Entonces frente a cualquier estrés esta rickettsia se multiplica y el sistema inmune de los peces se deprime”.
Luego agregó que “este mismo patógeno está presente en los otros países productores de salmones, como Canadá, EE.UU., Reino Unido, y Noruega, pero no provoca mayores problemas como en Chile. Piscirickettsia salmonis es uno de los patógenos más peligrosos para la salmonicultura chilena, y responsable de los altos volúmenes de antibióticos utilizados por esta industria ”.
Frente a este escenario, Sandra Bravo aseguró que “se requiere más investigación no solamente de cómo eliminar al patógeno, sino para determinar cuales son los factores que están gatillando esta bacteria. Faltan estudios con respecto a cuales son los impactos que tiene el uso de antimicrobianos en el medioambiente, en los organismos que están alrededor, en el sedimento y como esto repercute en las mismas salmoneras”.*****FIN*****
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