Patético por decir lo menos resulta el actuar de CONADI en sus informes ante el servicio de evaluación ambiental en el marco del proyecto de ENDESA que pretende imponer una mega central hidroeléctrica en la zona de Neltume, contraviniendo sus obligaciones que por mandato le exige la Ley. La situación hace recordar tiempos de antaño cuando dicha institución se intervenís y manoseaba descaradamente en el gobierno de Ricardo Lagos a favor de la transnacional.
La Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) ha hecho sus observaciones con respecto al proyecto hidroeléctrico de Endesa, sin embargo, en vez de asumir una posición de acuerdo al mandato que por ley le establece para la protección de las tierras y lugares sagrados, ha comenzado a hacer recomendaciones tendiente a buscar salidas para la desprotección de derechos, como es el caso del palenke para una “reubicación” sobre un espacio ceremonial de enorme importancia o bien para establecer formas de mitigación a familias.
Ver oficio ingresado por la Corporación el 21 de Marzo de este 2013 en el siguiente link / http://seia.sea.gob.cl/archivos/5e0_ORD_124.pdf
Cabe mencionar que en atención a las funciones y objetivos de CONADI como institución de estado, debe cumplir, por obligación, lo siguiente:
-Velar por la protección de las tierras indígenas a través de los mecanismos que establece la Ley indígena 19.253 y posibilita a los indígenas y sus comunidades al acceso y ampliación de sus tierras y aguas, como se indica en el numeral del artículo 39.
-Velar por la preservación y la difusión del patrimonio arqueológico, histórico y cultural de los indígenas, como se menciona en el numeral del mismo artículo.
-Asumir, cuando se le solicite, la defensa jurídica de los indígenas y sus comunidades en conflictos sobre tierras y aguas y, ejercer las funciones de conciliación y arbitraje, señalado en el numeral d) del citado artículo.
-Y lo dispuesto en normas y tratados internacionales, como el establecido en el artículo 13 del Convenio 169, en relación a la protección de los lugares sagrados, y que dispone que "los gobiernos deben respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las tierras y territorios que ocupan o utilizan de alguna otra manera"; o el 25 del Convenio 169 de la OIT, de que: “Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y fortalecer su propia relación espiritual con las tierras, territorios, aguas, mares costeros y otros recursos que tradicionalmente han poseído u ocupado y utilizado de otra forma y a asumir las responsabilidades que a ese respecto les incumben para con las generaciones venideras”.
Contrario a esto, el actuar de CONADI se ha vuelto complaciente a los intereses de la transnacional ENDESA y en vez de hacer valer y respetar la Ley indígena se ha vuelto una instancia que recomienda formas y procedimientos para la vulneración de los derechos de las Comunidades.
Conadi y Endesa. Una historia de intervencionismo a la institucionalidad pública
Desde mediados de los 90 hasta inicios del 2000, CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena), supuestamente el organismo encargado de velar por el cumplimiento de los objetivos de la Ley Nº 19.253 de Protección de los Pueblos Indígenas, por afectar a territorios indígenas y vulnerar esta Ley con diversos informes y posición de consejeros rechazaba el proyecto hidroeléctrico en la zona de Ralco, Altos de Bio Bio.
En un informe de CONADI se aseguró que la realización del proyecto entrañaría la inevitable destrucción de la cultura pehuenche y su extinción como pueblo antes de una década, impacto que consideraba inaceptable y no podría "sino catalogarse de etnocidio". Hay que destacar que parte de los territorios inundados por este embalse, 683 has, tenían la calidad jurídica de "tierras indígenas" protegidos por la Ley Protección de los Pueblos Indígenas.
Ante el rechazo de la CONADI, fueron destituidos dos Directores Nacionales, Mauricio Huenchulaf Cayuqueo y Domingo Numuncura, nombrados por el Presidente de la República para dirigir este organismo, que fueron sustituidos por un funcionario de la Secretaría General de la Presidencia. Además fueron removidos de sus cargos dos representantes del gobierno en la CONADI que habían mostrado públicamente su rechazo el proyecto Ralco. La CONADI terminó por aprobar el proyecto con la ausencia de los consejeros indígenas y con la operación política de Rodrigo González quien intervino el consejo y a funcionarios de la institución para dar luz verde a permutas y destrabar a la institución a favor de Endesa.
Por otro lado, a raíz de la denuncia que se hizo contra el Estado de Chile por la Central Hidroeléctrica Ralco de la transnacional ENDESA ante el sistema interamericano de justicia, donde se llegó a convenir entre las denunciantes y el Estado de Chile un Acuerdo Definitivo de Solución Amistosa entre las partes, los efectos e implicancias son irreversibles. Uno de los últimos hechos de enorme gravedad, fue el ocurrido en mayo del 2004, en que, las familias pewenche tuvieron la inundación de su cementerio ancestral en Quepuca Ralco.
El cementerio guarda los restos de 56 personas, identificadas con nombres y apellidos por sus familiares. Estas personas fueron sepultadas a mediados del siglo pasado, de acuerdo a documentos y resoluciones de la CONADI, Monumentos Nacionales y las familias pewenche.
Organismo como la Corporación Nacional del Medio Ambiente (Conama) , el Consejo de Monumentos Nacionales y la Conadi, tienen responsabilidad compartida según un acuerdo que estaba establecido previamente. Estas instituciones conocían de antemano las propuestas que había realizado Endesa, para buscar una solución adecuada al problema del cementerio. Aun así, Endesa de todas manera resolvió el llenado con agua del lugar en donde se encontraba el cementerio pewenche y casi 10 años después vino a reconocer su sacrilegio y pedir perdón ¿este es el respeto que la transnacional tiene a los lugares sagrados?.-
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