Por: Roger Ancamilla y Patricio Melillanca
Ancud, 15 de enero de 2014. (Mapuexpress.org)— Conchales, corrales de pesca, algas usadas como medicina y greda para utensilios, más la presencia permanente de las comunidades Williches en la zona, son los elementos claves que hicieron posible la aprobación este martes 15 de enero, del segundo Espacio Marino Costero de uso Consuetudinario de los Pueblos Indígenas en la bahía de Caulín al norte del archipiélago Chiloé.
Así lo dio a conocer Francisco Vera Ule, werkén de la comunidad Wente Caulín, quien dijo a Mapuexpress que las familiases “reclamaron derechos ancestrales en el borde costero de la zona exigiendo que se respete el lugar y no sea entregado al comercio y la explotación externa”.
El territorio es habitado por más de 500 familias que ven en los recursos marinos su principal sustento económico, espiritual y cultural y que se ubica entre Chacao y Ancud. Este es el segundo espacio marino costero entregado en en Chiloé a comunidades Williche luego que en 2012 se entregará tambien una zona similar en Wentetique, también en Ancud.
Vera Ule, quien fue uno de los iniciadores de este proyecto de recuperación territorial, la iniciativa había empezado hace 8 años cuando los habitantes de la zona se vieron enfrentados a la posibilidad de perder sus recursos y sustento familiar a manos industrias pesqueras, salmoneras e inmobiliarias que veían con interés esa bahía.
“Nuestros recursos iban a desaparecer por la sobrexplotación y nosotros como comunidades indígenas quisimos aplicar la ley consuetudinaria, que viene de la sobrevivencia de nuestros ancestros gracias a los productos que vienen de ahí: almejas, pancoras, navajuela, cangrejos, caracoles y también asuntos medicinales.” explicó el Werken Vera Ule a Mapuexpress.
Rica zona de Biodiversidad Williche
En la bahía de Caulín se registra presencia Williche desde tiempos inmemoriales evidenciada en los numerosos conchales que existen en diferentes lugares de la costa de esa zona, como también en los restos de alfarería que permanecen en varios lugares. Actualmente se aprecian corrales de pesca que las familias mantienen para aprovechar los peces que quedan atrapados luego de la variación de mareas que ocurre en el archipiélago.
En la zona los williches practican la pesca de orilla y pesca desde embarcaciones , pero también la mariscadura de orilla, el buceo, el cultivo y recolección de pelillo y el uso de las algas para medicina y abono.
Frente a esto las grandes amenazas que tenían las comunidades son la industria salmonera que es señalada como un agente que ha afectado la productividad local. “La disminución de los peces también se debe al mal manejo que se ha hecho por las grandes industrias. Están dejando las áreas destruyendo lo nativo como se dice y creando lo artificial.
Las salmoneras crean harto trabajo, una fuerte laboral importante, pero lo que no ve el Estado es el daño cultural, social que producen al sector, y también ambiental porque la contaminación que producen dañan a todas las otras especies que pueden haber”, afirmó Juan Amolef, presidente comunidad Wenque Caulín, en la presentación de la solicitud del Espacio Marino Costero
Otra de las amenazas también es la sobreexplotación pesquera lo cual “ha transformado las costas de la Provincia en un escenario de conflictos donde los más perjudicados resultan ser quienes viven junto a la costa”.
“La corvina despareció. Íbamos a pescar a una punta, con lienza, no hace muchos años, y ahora ya no” dijo Francisco Vera, de la comunidad de Wenque Caulín.
Un ejemplo a seguir, trabajo en conjunto y entendimiento
Esta aprobación significa que las comunidades Williches de la zona la zona tendrán uso exclusivo del borde costero y no se permitirá la intervención de empresas u otros proyectos de inversión que puedan dañar la zona, como salmoneras, inmobiliarias, puertos o factorías pesqueras.
Este caso de recuperación del borde costero es el primero que ocurre a nivel provincial y, por tanto, puede ser entendido como un ejemplo a seguir para otras comunidades indígenas que se encuentren en una situación similar.
El werkén Francisco Vera Ule explicó que el trabajo en conjunto es de gran importancia: “la ley nos ayudó, pero nosotros hace 8 años que habíamos empezado con esto. Fue fundamental el entendimiento de nosotros los indígenas como pescadores en estas comunidades, donde somos más de 400 familias, y hemos sido cordiales, todos hacemos y vamos por el mismo lado. Lo que se acuerda se hace y eso ha sido un ejemplo.
Hemos trabajado muy unidos”.
En tanto, Severino Ule Reimilla, comunero y otro de los iniciadores del proyecto, dijo que la aprobación “fue un logro muy importante a nivel local y a nivel regional, por el nivel de consenso que tuvimos con los demás comuneros y demás asociados de este sector”.
“Creo que es uno de los logros más importantes dentro de las comunidades en la Isla de Chiloé, por la forma en que se llevó el trabajo durante 8 años”, afirmó el comunero Williche.
En la presentación y fundamentación para la obtención de este espacio marino costero para el pueblo Williche también tuvo una activa participación el Centro de Estudios y Conservación del Patrimonio Natural, CECPAN de Chiloé (cecpan.org).*****FIN*****
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