Fueron Parte de las expresiones de la Ñaña Berta Quintremán quien estuvo recientemente de paso por Temuco y se refirió al nuevo conflicto que el Estado chileno está levantando en los Altos del Bio Bio, al permitir la instalación de un Proyecto de Represa Hidroeléctrica a favor de los intereses del Grupo económico Matte, con su empresa Colbún, a pesar que el Estado chileno ante la CIDH de la OEA se comprometió a no instalar ningún nuevo proyecto de represa en el territorio.
El Conflicto estatal y Empresarial en los Altos del Bio Bio
Berta y Nicolasa Quintremán, junto a centenares de familias Mapuche Pehuenche vivían tranquilas en su LofMapu en Ralco en los Altos del Bio Bio. La cultura, la organización social ancestral y la espiritualidad y la armonía con el entorno, eran parte integral del diario vivir. Sin embargo, los Gobiernos de la Concertación dieron luz verde al ingreso de una transnacional de origen Español ENDESA. Primero fue la construcción de la represa Pangue y luego Ralco. Esta última, generó el quiebre social de las Comunidades y el estado chileno no respetó el sentido común y menos, sus propias obligaciones: Ley de base del Medio ambiente y la Ley indígena 19.253. No hubo consulta, no se respetó la protección de las tierras indígenas y el estado chileno permitió que la empresa negociara (coaptación) individualmente con cada familia, mientras, respondía con sistemática represión a quienes se oponían.
El desplazamiento de la población se hacía a diversos espacios, entre ellos, al Fundo el Barco, un espacio que no reunía las condiciones mínimas para que las familias pudiesen tener un buen vivir y a lo menos poblar un territorio similar al que tenían. La llegada de Endesa causó un genocidio social y cultural. Ralco nunca más seria Ralco. No se respetaron los Derechos Humanos colectivos y un luchador social por la defensa del territorio Mapuche Pewenche, el werkén Víctor Ancalaf, se le aplicaba la Ley antiterrorista y era encarcelado a 5 años de cárcel en medio de juicios irregulares y viciados.
Berta y Nicolasa, quienes estuvieron apoyadas por diversos referentes organizacionales ambientales y Mapuches, poco a poco iban quedando solas. Seguían resistiendo, pero quedaban en una isla, mientras su entorno se iba destruyendo lentamente. Las maquinas, las excavadoras, los trabajadores, los ingenieros, las dinamitas, los ejércitos de Endesa inundaban lo que fue un territorio libre. La madre tierra que tanto defendían las ñañas como cariñosamente se les reconoce, calaban hondo en la esencia. Cada excavación dolía. Destruyeron el río Bio Bio y llegó la inundación, sin que siquiera haya autorización, pero era Endesa, la toda poderosa, cubriendo gran parte del territorio e inundando hasta un cementerio ancestral.
Su vida por la defensa de la Ñuke y Chau Mapu. Así decía Berta y Nicolasa, casi señalando la filosofía más profunda que tiene un ser respetuoso y espirituoso con la vida, con todas las vidas. Pues bien, su vida se iba con la Represa, era imposible mantener más resistencia. Eran años y años de lucha, de cansancio, de violencia, de represión. El estado chileno la obligó aceptar un “acuerdo amistoso”, el mismo estado conducido en su imagen “pública” por un Ex Presidente como Eduardo Frei quien mantenía sus “secretos” intereses con la transnacional Endesa y que eran desnudados por el periodista investigador Cristian Opaso hace algunos años; O la de un sometido y servil Ricardo Lagos a los intereses de las Empresas.
Berta Quintremán, la mujer, la incansable, la intranquila
La ñaña Berta sigue luchando, sigue denunciando, sigue interviniendo. Estuvo de paso recientemente en un Pichi Trawun realizado en Temuco como parte del cierre de una Mesa de Trabajo Mapuche sobre derechos colectivos que cumplió diversas tareas frente al sistema internacional de Derechos Humanos de manera autónoma y autogestionada. Ahí estaba su amigo, el Machi Juan Curaqueo, con quien comparte diversos espacios espirituales y de conciencia por la defensa de la madre Tierra. Ahí estaban varios jóvenes y dirigentes a quienes la ñaña les insta con fuerza y a veces de manera abrupta a recuperar el idioma “A no ser Winkas”, a entender los códigos de la cosmovisión, de la naturaleza, del verdadero significado de ser Mapuche. Ahí estaba la Ñaña, entre Llellipún, entre mates y conversación.
Posterior a esto, acudió a un Foro en un espacio político semi académico, donde afloraba el lenguaje técnico y en un idioma que ella no logra entender. El mismo idioma que se utilizó para engañar, ese mismo lenguaje que se usó para decir ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA para señalar que nunca más se cometerían abusos en los Altos del Bio Bio, que nunca más se construiría una Represa. ¿Cómo es posible que la palabra y la firma empeñada se transgreda una vez más?
La Ñaña inquieta, a quien no se le había contemplado en el desarrollo de ese “evento”, por omisión involuntaria de la organización, intervino igual, reprochando la falta de mapudungun, reprochando la invisibilización que se había hecho de ella. “Soy mujer, soy Mapuche Pewenche, soy de esta tierra, tengo la fuerza de la tierra, no hay hombre ni empresario que me gane”… “Tengo mi espíritu inquieto lamgen”, eran parte de sus palabras, que de alguna forma, reflejaba su indignación e impotencia ante la puesta en marcha de un nuevo Proyecto bajo la Luz verde de Corema de la Región del Bio Bio, el que para más, se quiere hacer en medio de un lugar sagrado, en medio de un Kuel, lugar ceremonial ancestral, donde las energías y fuerzas en los Altos del Bio Bio están vivas. Ahora no es Endesa, es su socio, el Grupo Matte con su empresa Colbún ¿No es suficiente con toda la devastación que este grupo ha hecho con su industria Forestal y de celulosa?
Berta Quintremán, es una autoridad del Pueblo Mapuche, es un ejemplo de lucha, es un ejemplo para los jóvenes; Y efectivamente, no hay hombre que le gane, no hay ser humano que iguale su fuerza espiritual, su fuerza de Mapuche, por más que algunos por ahí digan que de alguna forma cedió ante el Estado chileno por la Represa Endesa. Quien dice eso, no sabe lo que significa tener a verdaderos monstruos encima, a maquinas devastadoras insaciables que carcomen, que destruyen, que tienen una deformación sobre lo que es progreso y vida.
A pesar de eso, mientras su hermana, la también incansable Ñaña Nicolasa sigue con problemas en su salud, la Ñaña Berta sigue en pie y sigue acumulando años de resistencia, las que, con su espíritu inquieto, valiente y perturbado por el engaño del invasor, seguirá multiplicándose para la libertad y la dignidad.
Es de esperar que aquellos que conminaron hace algunos años a una solución amistosa entre familias Pewenche y el estado chileno, a buscar una salida “pacífica” frente al conflicto Represa Ralco en los Altos del Bio Bio, dimensionen y asuman responsablemente lo que ocurre con este nuevo Proyecto Angostura y la devastación que se está haciendo en los Altos de Bio Bio. No se pueden construir más proyectos de Represa en los Altos del Bio Bio.
Angostura, es parte de un territorio Mapuche Pewenche, es parte de la vida ancestral ¡Respétenla!
Por Alfredo Seguel
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